“Se fue a descansar para toda la vida”, atinó a decir la tía de Jairo Alberto Soto Salazar, el minero que murió al estrellarse en la motocicleta que conducía, en la vía El Zulia-San Cayetano.

El accidente se registró ayer, hacia las 5:00 de la mañana, cuando Jairo Alberto, de 28 años, se dirigía hacia su casa en el corregimiento de Urimaco, en compañía de Carlos Alejandro Mesa Marín, quien resultó con graves heridas que lo tienen recluido en un centro asistencial.

El minero se movilizaba en una motocicleta TX 200, blanca y anaranjada, venezolana, al parecer, en estado de embriaguez. 

Según sus familiares, el viernes recibió el pago en la mina y estuvo tomando con sus compañeros hasta el amanecer en El Zulia, como una manera de descansar de su dura labor diaria dentro de los socavones para extraer el carbón.

Pero, ayer con los primeros rayos del sol emprendió el camino a casa, con la mala fortuna de salirse del camino y morir de una manera tan trágica, dijeron sus deudos.

Jairo Alberto sufrió mucho durante toda su vida, porque a los 6 años quedó huérfano de madre, siendo criado por el papá y sus tías. 

Luego, se casó, pero hace un año su esposa murió de cáncer y a los tres meses falleció la mayor de sus hijas.  Le sobrevive una niña de tres años, que está al cuidado de la abuela materna.