Un fuerte golpe y un olor extraño fueron el presagio de la mortal historia que se tejió en una patrulla de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), la mañana del lunes, en el barrio Alfonso López.

En el vehículo oficial, de placas DYY-431, era transportado Roldán Castellanos Meneses, de 69 años, quien era un paciente del Hospital Mental Rudesindo Soto, y al que llevaban en ese momento al centro médico.

Según se conoció, al parecer, en un aparente ataque de bipolaridad que sufría Castellanos, tuvo una discusión con algunos de sus vecinos, por lo que uno de ellos decidió llamar a la Policía para advertirle que él los estaba intimidando con un machete.

“Los vecinos llamaron a la Policía y llegaron, esposaron a mi papá y lo subieron a la patrulla. Yo iba con él”, recordó la hija del anciano.

La mujer se sentó en el asiento delantero, junto al patrullero que conducía el vehículo, mientras que su papá iba solo en la parte trasera, con las manos esposadas.

Pero, cuando solo habían transitado dos cuadras, se sintió un golpe y posteriormente un olor extraño, que en cuestión de segundos alertó a los ocupantes de la patrulla que se estaba generando un incendio.

El uniformado y la mujer alcanzaron a bajarse del vehículo, pero cuando intentaron auxiliar a Roldán Castellanos, las llamas lo estaban consumiendo rápidamente.

El anciano sufrió quemaduras de tercer grado en el 80 por ciento de su cuerpo, por lo que tuvo que ser trasladado al Hospital Universitario Erasmo Meoz, en una ambulancia, donde finalmente murió a las 2:00 de la tarde del martes.

Desmienten versión
La hija de Castellanos aseguró que aunque se deben esperar los resultados de las investigaciones, que determinarán las causas del incendio, está totalmente segura de que su papá no intentó provocar las llamas.

“Quiero dejar claro como hija, que lo que están diciendo de que él hizo eso, no es así. Doy fe de que mi papá en ningún momento, en medio de las cosas que él tuvo, nunca intentó quitarse la vida”, dijo.

Además, la mujer resaltó que, a pesar de que su ser querido tuvo que recibir atención en el Hospital Mental Rudesindo Soto, del que tiene las constancias médicas del tratamiento, nunca tuvo actitudes agresivas ni con ella ni el resto de su familia.

“Yo llegaba a la casa de él y entraba sin problema. Nunca me atacó, ni a mi hija tampoco. Nunca tuve que llamar a la Policía por un caso así”, insistió la mujer.

Inconsistencias
Los familiares de Castellanos también aseguraron que minutos después del incendio, fueron sacadas dos pimpinas de la parte trasera de la patrulla de la Policía.

Asimismo, le reclamaron a los uniformados que atendieron el caso, que no le quitaron las esposas al anciano mientras sufría las quemaduras en su cuerpo.

Al parecer, al hombre lo enviaron solo en una ambulancia hacia el hospital, hasta donde llego consciente y caminando.

Aunque Castellanos Meneses fue intervenido con dos cirugías, posteriormente se complicaron sus heridas y perdió la vida.