Lo que pretendían cuatro sujetos, que cometieron un doble crimen y dejaron a un niño herido, era que además todo el barrio supiera que supuestamente pertenecían a las Farc (disidencias) y llegaron a infundir el miedo y el poder criminal. Así lo escucharon varios testigos y un vecino a quien los homicidas le partieron un vidrio de su casa.

El caso se presentó a la salida de un pool, ubicado en la avenida 2 que limita entre los barrios Juan Pablo II y Minuto de Dios, en el occidente de Cúcuta, donde la ley del silencio se impone.

Allí la noche del sábado fueron asesinados Luis Alberto Puentes Rodríguez, de  48 años, natural de Corozal (Sucre), y Carlos Edilio Mogollón Marciales, residenciado en Juan Pablo II.

Según se conoció, hacia la medianoche, cuando aún muchos locales comerciales estaban abiertos al público y varios integrantes de la comunidad conversaban despreocupados frente a sus viviendas, aparecieron en la escena los cuatro antisociales en dos motos, en este sitio conocido como Cuatro Esquinas.

Un vecino le contó a las autoridades, que los homicidas alcanzaron a advertirle a unos residentes para que se entraran a sus casas porque se iban a hacer respetar. Posteriormente, empezaron a disparar a las víctimas, que habían estado en el pool, pero ya salían del establecimiento.

En ese lugar, acribillaron a Mogollón Marciales, quien quedó tendido bocarriba en medio de la vía. Los desconocidos continuaron su recorrido trágico y metros más adelante ubicaron a  Puentes Rodríguez y también le dispararon, dejándolo gravemente herido.

Auxiliado

Luis Alberto fue trasladado en un taxi por los familiares hasta el Policlínico de Atalaya, pero falleció en ese centro asistencial, según el reporte de la Policía.

Un niño que llegaba en ese momento con su mamá a la casa, sufrió una herida leve en una de sus piernas, por lo que fue necesario trasladarlo hasta el Policlínico, donde recibió atención médica y se encuentra fuera de peligro. 

No habían amenazas 

La inspección técnica a los cadáveres estuvo a cargo de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho), cuyos funcionarios iniciaron las investigaciones de rigor, recogiendo el testimonio de algunos testigos y las imágenes que habrían quedado grabadas en algunas cámaras de seguridad, por donde se cree llegaron y escaparon los agresores.  

Hasta el cierre de esta edición las autoridades no se habían pronunciado sobre la autoría y móviles de este hecho.  Los cuerpos sin vida fueron trasladados a la morgue del Medicina Legal, donde ayer eran esperados los deudos para que los reclamaran.  

Los parientes dijeron desconocer de amenazas en contra de las víctimas.