En plena calle principal de San Martín de Loba, corregimiento de Sardinata, y delante de los asiduos visitantes del pool fue asesinado Diosenel Durán Quintero, 27 años. Seis disparos le propinó su homicida.

Quintero estaba bebiendo en el pool desde antes del mediodía. Por ser sábado comenzó a tomar temprano. Pero a las 5:30 de la tarde, la música del local y la tranquilidad del pueblo cesaron. Justo a esa hora, un hombre armado entró al local en busca del agricultor. 

Al identificarlo sacó su arma y empezó a dispararle… entre la confusión y los gritos Quintero logró huir corriendo del establecimiento, y salir ileso del primer ataque; sin embargo, afuera del local estaba otro sujeto armado que también esperaba al agricultor.

Este desenfundó su arma y lo tiroteó dejándolo sin vida en el lugar. Los asesinos se montaron en la camioneta Toyota Hilux, en la misma que habían llegado, y huyeron del lugar.

Se desconoce quiénes eran los sujetos armados. Las autoridades investigan la identificación de los homicidas.

“El hombre que estaba afuera si lo mató. A la casa fueron avisarnos, pero cuando llegamos al pool ya estaba todo destrozado en el sitio mi hermano. Murió allí, no dio tiempo de llevarlo a algún centro”, relató el hermano, José Durán, mientras esperaba el cuerpo de su ser querido en la funeraria Renacer de Paz.

El agricultor acostumbraba a ir a ese local los fines de semana, luego de la jornada de trabajo, donde se reunía con conocidos a ingerir licor. 

Quintero tenía dos años viviendo en San Martín de Loba con su madre, y sus hermanos. Y su hermano asegura que no tenía enemigos, pero que si le gustaba beber mucho y en ocasiones buscaba problemas cuando estaba en estado de embriagues.

“Al mediodía cuando pasé estaba allí bebiendo, pero para mí era normal verlo los sábados en ese pool. Que me iba a imaginar que sería la última vez que lo iba a ver con vida. Nosotros no sabemos si Diosenel conocía a sus asesinos, y en el pool tampoco saben de los sujetos”, señaló el pariente.

El jornalero trabajaba cuando conseguía alguna oportunidad en los cultivos de palma de aceite. Según detalló su hermano, nació en Ocaña, donde vivía su mujer, a quien visitaba ocasionalmente. Dejó en huérfana a una niña, de 5 años.

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