A las 4 y 30 de la mañana del domingo sonaron cerca de tres disparos. Todo el mundo los escuchó, pero pocos salieron y nadie vio nada.

Luis Enrique Niño, el destinario del ataque, quedó tendido sobre unas bolsas y alguna ropa, que estaban al interior de la vivienda, donde residía, junto a la casa de su familia, en la avenida 6 con calle 4 del barrio Chapinero.

Dormía en una hamaca, vivía solo, tenía un amplio problema de consumo de drogas y esto siempre le causó problemas, contaron algunos familiares.

A sus 36 años de vida siempre dormía con la puerta de la calle medio abierta, se dedicaba a recoger escombros cuando lo llamaban y estudio hasta séptimo grado. 

Los atacates llegaron hasta su casa en moto, tocaron, él atendió y le dispararon.