La noche del pasado sábado, Juan Carlos Lizcano Murcia, de 32 años y padre de una niña de 18 meses, murió cuando conducía a alta velocidad su moto. El hombre chocó contra un árbol que está sobre el canal de aguas lluvias del barrio Claret, de la ciudadela Juan Atalaya, justo al frente de la plaza de mercado. El trágico hecho sucedió hacia las 11:45 de la noche.
 
JuanK, como le decían de cariño sus familiares y amigos, trabajaba como mecánico y esa noche decidió probar su moto Yamaha XT600, la cual llevaba ajustando más de un año.

Según los familiares, JuanK estuvo trabajando todo el día en su taller de mecánica en el barrio Motilones. Hacia el mediodía almorzó, como de costumbre, en la casa de su mamá, que está en El Rosal del Norte; luego volvió a salir, pero sin decirles a sus familiares para dónde iba.

Kelly Lizcano Murcia, hermana de Juan Carlos, sostuvo que a él lo traicionó la velocidad en la que se movilizaba.

“Esa moto era la adoración de él. Por eso la estaba reparando, porque amaba mucho esa motocicleta, eso le metía mano al motor, al cilindro, a las tapas, a todo”, contó la mujer, mientras adelantaba los trámites para la entrega del cuerpo de su hermano afuera de la Unidad de Reacción Inmediata (URI), de la Fiscalía.

Añadió: “mi hermano estuvo todo el día trabajando. Nos enteramos de lo sucedido porque una tía vino a avisarnos que a mi hermanito le había pasado algo. Cuando llegamos hasta la avenida 1 entre calles 5 y 6, él estaba tirado en el suelo, todo ensangrentado. Pero, ya no tenía signos vitales”, narró.

Según Kelly, JuanK era quien velaba por todos en la casa. “Él nos ayudaba. De mi mamá siempre estaba pendiente y hasta de mi hija, además que respondía por todo lo que necesitaba su pequeña hija y su pareja”.

JuanK nunca tuvo un accidente de moto, era estudiante de noveno semestre de administración pública de la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP).

Hipótesis

La principal hipótesis que tienen las autoridades de tránsito es que el motorizado iba muy rápido y como en el sector donde se registró el accidente hay una curva, perdió el control y terminó estrellándose.

“Lo único que alcancé a ver fue que el muchacho venía rápido y no pudo frenar en la curva. Primero pegó en el andén y luego impactó contra el árbol, eso fue un golpe durísimo. Algunas personas salimos corriendo a ver si podíamos ayudarlo, pero no había nada qué hacer”, contó un testigo del hecho.