Unos niños que pasaban por una trocha de la vereda Corozal, alrededor del peaje Los Acacios, hallaron el cadáver de Avelino Bohada Suárez, intuyendo que había sufrido un accidente de tránsito, puesto que su motocicleta quedó encima del cuerpo.

De inmediato, los menores corrieron a avisarles a sus familiares que Bohada estaba tendido a un costado de la vía. Pero, la sorpresa fue que al levantar la moto Avelino tenía un impacto de bala en la cabeza, que finalmente acabó con su vida de manera inmediata.

El caso se presentó el jueves, sobre la 1:00 de la tarde.

La víctima, de 56 años de edad, era reconocida en el sector, porque constantemente hacía favores y entre sus labores estaba repartir almuerzos a los trabajadores de la zona y recoger desperdicios para los animales de su hacienda.

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“Él vivía montado en la motocicleta haciendo una y otra cosa. No tenía problemas con nadie y esto se nos hace muy extraño”, dijeron algunos familiares que rodearon la escena del crimen.

Al lugar arribaron miembros de la Brigada Interinstitucional contra Homicidios (Brinho) para adelantar la inspección y el levantamiento del cadáver que fue trasladado al Instituto de Medicina Legal.

Piden más reacción

Algunos familiares y vecinos del sector aseguraron que es desconcertante que alguien asesine de un balazo a una persona muy cerca del puesto de control de la Policía que está a pocos metros.

Aunque algunos uniformados, en compañía de los pobladores del lugar, inspeccionaron la zona boscosa en busca de algún sospechoso, no encontraron ninguna pista.

Bohada dejó dos hijos, entre esos, una mujer, que protagonizó escenas de dolor frente al cadáver de su ser querido.

Por ahora, avanzan las investigaciones para esclarecer este nuevo crimen.