Los curiosos que rodearon la escena del crimen de Edder Leandro Herrera Rada se mezclaron con los desconsolados familiares de la víctima. Algunos, tenían rastros de sangre en su ropa, que dejaron los abrazos a su ser querido.

Herrera corrió para tratar de salvarse del ataque a balazos de un pistolero al menos dos cuadras, pero tras ser impactado en varias oportunidades, no soportó y cayó muerto en la esquina de la calle 3 con avenida 13 del barrio Carora.

Entre los vecinos, que se aglomeraron en el lugar, se repetía constantemente que el homicidio de Herrera, al parecer, era algo que ya esperaban.

“El que no oye consejos no llega a viejo. Tanto que le decíamos que se fuera y no hizo caso”, comentaban los asistentes, mientras los investigadores de la Brigada Interinstitucional contra Homicidios (Brinho) adelantan el levantamiento.

Salió a buscar la muerte

Familiares de Herrera aseguraron que, a las 8:40 de la noche del martes, él salió de su casa, ubicada a pocas cuadras del lugar donde finalmente murió, a buscar comida rápida para su pareja.

“A los pocos minutos de que él salió nos enteramos del hecho”, aseguró el papá de la víctima.

Según se conoció, el pistolero persiguió a Herrera, de 20 años, impactándolo en al menos seis oportunidades en diferentes partes del cuerpo.

El padre aseguró que su hijo renunció hace diez días al trabajo que tenía en una mina de carbón, ubicada en el corregimiento La Donjuana. Por este tiempo, se dedicó a cuidar a su hijo, de 8 meses de nacido. 

“Lo recordaré como un joven alegre y con gustos en la música. Fue integrante de las bandas marciales de algunos colegios. Desconocíamos de amenazas o problemas en su contra”, aseguró el progenitor.

Versión policial

El coronel Javier Barrera, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, aseguró que Herrera Rada, conocido como la Garra, tenía dos registros judiciales por hurto y uno más por tráfico y porte de estupefacientes.

El oficial aseguró que se adelantan las investigaciones para esclarecer los móviles de este crimen y ubicar al responsable del hecho.  Así como a los autores intelectuales.