Hasta ayer, la Policía seguía tras la pista del automóvil que se esfumó luego de arrollar y causarle la muerte al motorizado Aldo Alfredo Bustamante Ochoa, en la esquina de la avenida 8 con calle 6 del barrio Prados del Este.

El accidente se registró a las 3:00 de la madrugada, en este sector residencial, levantando de la cama a más de un vecino, tras  escuchar -según dijeron- un fuerte impacto que rompió la tranquilidad de la noche y luego sobrevino el chirrido de las llantas de un vehículo.

Al salir a mirar, encontraron a  Bustamante Ochoa, de 22 años, tirado sobre el separador de la avenida tras haber salido ‘volando’ e impactado violetamente contra una banca de cemento. Muy cerca, se retorcía sobre el pavimento una mujer, quien venía como parrillera.

Enseguida, varios vecinos llamaron a la Policía para  enterarla de lo ocurrido, al tiempo que fue requerida una ambulancia para atender a los accidentados.

Al llegar, los paramédicos descartaron cualquier posibilidad de auxiliar a Bustamante Ochoa, que murió de manera inmediata al sufrir un fuerte golpe con herida abierta en el cráneo.

La mujer, identificada como Camila Espinel, se fracturó una mano y tuvo contusiones múltiples, siendo llevada al Hospital Universitario Erasmo Meoz.

De inmediato, los policías del cuadrante acordonaron la escena a la espera del laboratorio móvil de criminalística de la Policía de Tránsito que practicó el levantamiento.

Entre curiosos y vecinos se escuchó que el automotor fugado era de color gris y que habría estado parqueado minutos antes en un estanco cercano.

De inmediato, la Policía activó un plan ‘candado’ por las diferentes vías, pero el vehículo, que  debe estar golpeado en la parte frontal o laterales, no logró ser ubicado.    

Los uniformados encontraron, en la escena del accidente solo un casco, en buenas condiciones, por lo que intentan establecer si Aldo Alfredo no lo tenía puesto, si no iba abrochado, si lo llevaba colgado en el codo o lo tenía la parrillera.   

Por ahora, son materia de investigación las causas que desencadenaron en el mortal hecho, del cual, se presume que el motorizado no habría hecho un pare reglamentario y el chofer del carro habría excedido los límites de velocidad, sin descartar que se encontrara en estado de embriaguez. Una huella de frenado quedó sobre el asfalto.

Por ahora, se desconoce si alguna de las cámaras de seguridad en el sector grabó los momentos previos y posteriores al accidente.

La víctima

A las 5:00 de la mañana, llegó afanado al lugar del accidente un tío de Aldo Alfredo, quien confirmó la llamada que hicieron a su residencia para avisarle lo ocurrido.

Según dijo, el joven era nacido en el estado Aragua (Venezuela) y hace dos años llegó a  Cúcuta a vivir con su familia en el barrio Alfonso López. Su intención -agregó- era buscar mejores oportunidades laborales para ayudar a sus padres, residentes en el país vecino.

Aldo Alfredo estudiaba gastronomía y trabajaba en un establecimiento de comidas rápidas en la avenida 0 con calle 19. Del mismo lugar de donde salió de laborar la noche del sábado y luego decidió departir con unos amigos en otro sitio.

“Lo que sabemos es que esa noche conocieron a unas jóvenes y en la madrugada (del domingo) se ofrecieron a llevarlas a sus casas, cuando ocurrió el accidente”, señaló el familiar.