Una vez más, los homicidas actuaron sin ningún atisbo de piedad. En la tarde del domingo, asesinaron de varios disparos a Edinson Mauricio Garzón Cordero, de 28 años, mientras estaba compartiendo con su familia y sus tres hijas en un billar ubicado en la calle 18 entre carreras 15 y 16 del barrio Primero de Mayo, en Villa del Rosario.

Según testigos, una de sus hijas, de 10 años, en medio de las lágrimas le suplicaba a su padre que se levantara del piso, luego de ser baleado por un hombre que ingresó al establecimiento con un casco de protección puesto.

“Levántese papito, levántese”, le pedía la niña desesperada.

La tarde del domingo, para la familia Garzón, transcurrió entre cervezas, risas y cariños; hasta que los homicidas interrumpieron la tranquilidad.

El pistolero llegó en una motocicleta Bera Socialista con su compinche, se bajó, entró al billar y aprovechó para dispararle en la cabeza a la víctima cuando le estaba dando la espalda; luego de que Edison Mauricio, conocido como ‘Ñeque’, cayó al piso, lo remató.

Según se conoció, los dos hombres habían merodeado el lugar antes de cometer el crimen; uno de ellos entró a percatarse de que la víctima estaba ahí.

La escena generó zozobra y pánico entre las más de 20 personas que estaban en el lugar, incluidos varios menores de edad.

Los familiares de Garzón trasladaron de inmediato a su ser querido al hospital Jorge Cristo Sahium de Villa del Rosario, donde finalmente murió.

El comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel Jaime Barrera, aseguró que Garzón Cordero estaba vinculado en una investigación por los delitos de concierto para delinquir y extorsión.

“No tenía orden de captura, pero ya estaba vinculado al proceso; muy posiblemente esta semana lo íbamos a capturar”, dijo el oficial.

La hipótesis del crimen que manejan las autoridades es que este obedecería a una posible retaliación. En el municipio histórico operan el Clan Úsuga y la disidencia de esta banda criminal.

La familia de Edison Mauricio aseguró que él era comerciante en la zona de frontera; vendía bolívares, víveres y carne que traía desde el vecino país. El CTI de la Fiscalía hizo el levantamiento del cadáver.  

*La Opinión