La oscuridad y la soledad que reinaban la noche del jueves en el sector La Milagrosa, en El Zulia, fueron las cómplices del homicidio de Jean Willi Moreno Altuve. Precisamente, estas circunstancias limitaron las pistas para las autoridades.

Según se conoció, sobre las 9:35 de la noche, el cuadrante de la Policía Metropolitana de Cúcuta fue alertado del hallazgo del cadáver, cuando los habitantes de la zona se percataron de que Moreno llegó sosteniéndose en el borde de la carretera, pidiendo auxilio.

“La gente informó que oyeron unos gritos de auxilio y vieron cuando la víctima venía agarrándose de la banda y finalmente cayó al piso”, explicó una fuente judicial cercana a las pesquisas.

Cuando los policías arribaron al sitio, encontraron a Moreno muerto, bocabajo, por lo que de inmediato solicitaron a los miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) para que se encargaran de la inspección judicial y del levantamiento del cuerpo.

Las manchas de sangre en el muro al borde de la carretera reflejaron los momentos de angustia que pasó la víctima antes de morir.

Cuando los investigadores judiciales llegaron al lugar, se percataron de que aproximadamente a 200 metros de donde quedó el cadáver, había un cuchillo tendido en la carretera, por lo que lo incautaron para analizarlo.

Las linternas de los peritos alumbraban la carretera en busca de cualquier pista del crimen.

Luego de unos minutos, los gritos y los llantos de una mujer retumbaron el silencio en el lugar y todo se convirtió en escenas de dolor.

“Déjenme verlo, es mi esposo. Es mentira, la otra vez también dijeron que lo habían matado y no era él, yo quiero verlo”, repetía la adolorida compañera sentimental de Moreno, mientras los miembros de la Brinho terminaban el levantamiento del cadáver para trasladarlo al Instituto de Medicina Legal.

Balazos

Aunque por el hallazgo del cuchillo, las autoridades presumían que el crimen había sido producto de un ataque a puñaladas, en medio de la inspección judicial, los peritos forenses se percataron de que Moreno recibió dos impactos de bala por la espalda.

Por ahora, las autoridades avanzan en las pesquisas para esclarecer si la víctima tuvo una riña en medio de la oscuridad y posteriormente fue atacada a disparos.

“Las personas de este sector aseguraron que no oyeron los disparos. Esperamos que las investigaciones nos den más pistas sobre este hecho”, dijo una fuente judicial.