El olor nauseabundo que salía del canal de aguas negras de la calle 22 con avenida 20A del barrio Magdalena, era mucho más fuerte y penetrante que el que están acostumbrados a soportar  los vecinos.

Ese fue el presagio para descubrir el cadáver de un venezolano que estaba flotando en sus aguas.

Este viernes, uniformados de la Policía Metropolitana de Cúcuta fueron alertados del hecho, por lo que de inmediato arribaron al lugar y verificaron que se trataba del venezolano Sadán Miguel Arboleda Suárez, de 26 años.

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A los pocos minutos, arribó la mamá de Arboleda, una habitante de calle, quien estaba desconsolada. Ni siquiera el inclemente sol que hizo en Cúcuta fue impedimento para que la mujer llorara a su hijo frente a la escena del hecho.

Hasta el lugar arribaron miembros del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, quienes practicaron la inspección en el sitio y la diligencia de levantamiento del cadáver.

El cuerpo sin vida estaba descompuesto, por lo que los investigadores no pudieron determinar con certeza las causas de la muerte del extranjero.

Arboleda sufría ataques de epilepsia y llegó a Cúcuta hace tres meses proveniente de Venezuela, y vivía junto con otros habitantes de calle en el sector donde fue hallado muerto. Un conocido aseguró que Sadán tenía una herida en la cabeza de un disparo, en hechos ocurridos en el vecino país.