Después de cuatro días de la desaparición del agricultor Blas Antonio Moreno Bolívar, en Salazar de las Palmas, las autoridades hallaron el cadáver descompuesto y con al menos seis puñaladas, en zona rural de este municipio.

La historia se inició el sábado 31 de agosto, cuando los compañeros de Moreno le perdieron el rastro. 

Sin embargo, a las 4:30 de la tarde del miércoles, fue hallado muerto, en la vereda Campo Nuevo, ubicada a tres horas del casco urbano de Salazar.

Moreno, de 33 años, trabajaba desde hacía siete meses en una finca cercana a la vereda de donde desapareció.

Un hermano aseguró que la muerte de su ser querido tomó por sorpresa a su familia, debido a que Moreno se caracterizaba por ser un hombre muy callado y que no se metía con nadie.

Moreno Bolívar retornó de La Grita, estado Táchira (Venezuela), con su patrón, en busca de nuevas oportunidades, por las dificultades económicas en el vecino país.

“Se vino con el patrón, porque la situación allá no daba para vivir y acá al menos tenía trabajo en una finca de cultivos de hortalizas”, añadió el familiar.

El agricultor era soltero y no tenía hijos. Su familia está radicada en Bucaramanga y Bogotá.

Por ahora, la Policía en Norte de Santander adelanta las investigaciones para esclarecer los móviles e identificar a los autores del hecho.

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Otros homicidios

Nelbel Aldeis Pacheco Machado, Wilson Quintero Rodríguez,  y el venezolano Roiver José Ovallo Guerrero, fueron asesinados durante el fin de semana pasado en zona rural de Sardinata y en Tibú.

Dos de estos crímenes fueron cometidos a balazos, mientras que Quintero fue asesinado a golpes, en medio de una riña, en el corregimiento Las Mercedes de Sardinata.

Las autoridades no han reportado ninguna captura por estos homicidios.