Una cita, con la muerte, fue la que cumplió Viviana Barbosa Parada, de 33 años, el miércoles luego de salir de su casa ubicada en el casco urbano de Aguaclara.

“Ella salió de la casa a las 7 de la mañana y lo único que nos dijo era que iba para una cita. Eso fue todo, no nos dijo más”, contó un familiar de la mujer que prefirió no ser identificado.

Lo que sus familiares no sabían era que Viviana había sido citada al sector de Bajo Guaramito, zona rural de Cúcuta, para ser asesinada.

Hacia el mediodía del miércoles, un hermano de Viviana, que trabaja en una finca ubicada por la zona donde su ser querido había sido citado, oyó, de otros labriegos, que una mujer había aparecido muerta.

Desconociendo que se trataba de su hermana, fue hasta el sitio donde se suponía que yacía el cadáver de la mujer. Al llegar, encontró a Viviana muerta, de dos disparos en la cabeza, al interior de un espeso matorral.

“De inmediato di aviso a la Policía, pero allá me dijeron que, por razones de seguridad, no podían ir a la zona donde estaba el cadáver. Tocó que una funeraria fuera a sacarla y la llevara hasta Medicina Legal en Cúcuta”, dijo el hermano.

Este familiar agregó que Viviana nunca les había manifestado que tuviera problemas ni amenazas. “No sabemos por qué la mataron”, finalizó diciendo.

El comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel Jaime Barrera, sostuvo que la víctima era una vendedora mayorista de gasolina traída desde Venezuela y que no se descarta que su muerte esté relacionada con esta actividad.

Viviana se convirtió en la quinta persona en ser asesinada, en lo corrido de 2015, en el corregimiento de Guaramito.