En una invasión de Cúcuta se refugiaban dos presuntos integrantes de Los Pelusos, disidencia del Epl, que tenían la orden directa de empezar a extorsionar a comerciantes, pero fueron descubiertos por la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de la Policía de Norte de Santander.

La Sijín capturó a Osmar Antonio Sánchez Arango, de 19 años, desmovilizado del Eln y quien fue encargado presuntamente como segundo cabecilla urbano de esta organización criminal en la ciudadela Juan Atalaya. Junto a otros integrantes tenía la misión de sembrar el terror entre la población.

Un hombre, cercano a la estructura criminal, se encargó de alertar a la Policía sobre los movimientos clandestinos de Arango y su combo, por lo que los investigadores de la Sijín, con apoyo de la Trigésima Brigada del Ejército y la Fiscalía, en el marco de la Operación Esparta, iniciaron rigurosas pesquisas para detenerlos.

Mientras  jugaban

Cuando los uniformados tuvieron la ubicación llegaron al asentamiento San Gerónimo, en cercanías de Nuevo Horizonte y Ciudad Rodeo, donde se escondían los hombres. Las autoridades dispusieron  de un fuerte operativo para no darles oportunidad de escapar.

A las 9:00 de la mañana llegó el grupo de uniformados a la casa, donde Sánchez Arango, junto al venezolano Jean Pierre José Zambrano Dueñez, estaban jugando dominó frente a la vivienda.

“Lo primero que hicimos fue entrar a estos dos hombres a la casa. En total, estaban 5 personas, tres fueron capturadas (uno quedó en libertad). En medio de las requisas, encontramos una pistola en una habitación y en otra un arma de fogueo”, dijo una fuente judicial cercana a las pesquisas.

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Entre los hallazgos de las autoridades también hay panfletos alusivos al Epl, en que explican a los comerciantes que deben hacer “un aporte de acuerdo a su ingreso económico”, que sería destinado a Los Pelusos.

Esta evidencia les permitió a las autoridades, judicializar a los dos capturados por concierto para delinquir con fines extorsivos.

Estos panfletos iban a ser distribuidos en estancos, ferreterías, supermercados y en dos grandes empresas reconocidas de gaseosas.

“La información que teníamos fue tan precisa que nos permitió frustrar las extorsiones que iban a cometer los detenidos a través de la intimidación con estos panfletos”, dijo.

Disputa territorial

Las autoridades avanzan en las pesquisas para fortalecer el proceso judicial contra estas personas, por la disputa de territorios que se vive en esta zona de la ciudad.

“Ellos empiezan una guerra a muerte contra expendedores y consumidores de drogas. Estamos analizando el arma que incautamos para determinar si está involucrada en algunos homicidios”, dijo la fuente.

Asimismo, se conoció que en la vivienda allanada también se refugiaban otros integrantes de Los Pelusos que llegaban al lugar de paso.

Según se conoció, los constantes enfrentamientos contra miembros del Ejército de Liberación Nacional (Eln) que mantienen Los Pelusos en la zona del Catatumbo, han debilitado las finanzas de esta organización criminal. Por esta razón, -señalan las autoridades- los cabecillas han enfocado sus intenciones delictivas en el área metropolitana de Cúcuta.

Otro presunto cabecilla

Víctor Manuel Sánchez Quintero, de 30 años, alias Ricardo, sería un presunto cabecilla urbano de Los Pelusos en Sardinata, desde hace unos 8 años.

El grupo de Acción Unificada para la Libertad Personal (Gaula militar) de la Trigésima Brigada del Ejército y miembros de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijín) de la Policía, lo arrestaron en el casco urbano de Sardinata, mientras descansaba en una casa..

Según las autoridades, en 2012 empezó cumpliendo funciones en el brazo armado de Los Pelusos.

Dos años después, conformó el anillo de seguridad de Luis Antonio Quiceno Sanjuán, alias Pácora, quien murió en una operación militar en 2019, también en Sardinata; y en lo corrido de este año asumió como cabecilla urbano en este municipio.

“Además este hombre participó en el secuestro del taxista Reinel Blanco Rodríguez, en abril de 2019. Días después, del secuestro fue rescatado en medio de un operativo de soldados del grupo Maza del Ejército y miembros de inteligencia de la Policía de Norte de Santander, con apoyo del grupo de Operaciones Especiales y Antiterrorismo”, señala el informe oficial.

También -agrega- participó en el paro armado en febrero de este año, en el que Los Pelusos cometieron más de diez ataques, afectando el transporte, el comercio, la educación, la salud y la producción agrícola de la región.