La soledad, el encierro y el cambio en el estilo de vida producto de la pandemia por la COVID-19 han dado paso al incremento de un bochornoso delito como la sextorsión. Los elementos para ser víctima de este fenómeno están al alcance de cualquier persona: un computador o un celular y acceso a internet.

Lo que puede iniciar como una simple conversación entre cibernautas de placer y aparente secreto, se puede convertir rápidamente en un caso de extorsión, en que el desprestigio juega un papel fundamental.

Las víctimas, en su mayoría, caen en las redes de los extorsionistas al visitar páginas web de pornografía, en busca de un momento de entretenimiento sexual, que en muchas ocasiones ni siquiera se concretan en encuentros físicos.

Asimismo, la solicitud de servicios sexuales a través de diferentes sitios web en los que presuntamente se ofrecen mujeres, es la oportunidad apetecida por los delincuentes que están detrás de la pantalla.

* Camilo, un cucuteño que quiso ponerle ‘picante’ a una noche aburrida en su casa, ingresó a una página web, en la que ofrecían mujeres para servicios sexuales. Por ello,  tomó uno de los números de contacto y empezó a entablar una conversación con la presunta trabajadora sexual.

Rápidamente, la mujer se ganó la confianza de Camilo en medio de palabras obscenas y propuestas sexuales llamativas, hasta llegar al punto de pedirle fotografías y videos para conocerse mutuamente.

“Ella me mandó fotos y yo también le envié unas fotos mías. Luego, le pedí un video y me lo envió, por lo que me confié y también grabé un video de mis partes íntimas y en el que se veía mi cara y se lo envié, pensando que estaba a punto de concretar mi encuentro sexual”, dijo Camilo.

Sin embargo, la emoción y el poco placer que alcanzó a sentir este cucuteño a través de una pantalla se desvanecieron cuando la presunta mujer con la que estaba conversando e intercambiando imágenes eróticas, terminó exigiéndole dinero a cambio de no publicar sus fotografías y videos en las redes sociales.

La extorsión ascendió a $120.000 a cambio de no publicar las imágenes asegurando que Camilo, además, era un violador.

En medio del impacto que tuvo al ser víctima de la extorsión, este hombre, de 35 años, decidió denunciar al Grupo de Acción Unificado para la Libertad Personal (Gaula) de Norte de Santander, donde se enteró que estos hechos son más comunes de los que él creía.

Otro caso

*Alberto, de 25 años, también fue una ‘presa’ fácil de los extorsionistas que están a la espera de que alguien toque a su puerta.

Él, ingresó a una página web buscando una oferta sexual en Cúcuta. Al encontrar un número para contactarse a través de WhatsApp, no dudó en escribir para pedir el servicio.

Según cuenta, luego de iniciar una breve conversación con la supuesta mujer, ella le pidió que le enviara una fotografía, por lo que accedió a tomarse una desde la cintura hacia arriba, mostrando su rostro.

Todo parecía normal, hasta que la mujer le dijo que para tener el servicio que costaba $150.000 debía consignarle la mitad y el restante cuando finalizara.

“Le consigné $80.000 y después me dijo que el jefe de ella no había autorizado el servicio. Después, hablé con el supuesto jefe y me dijo que si no le consignaba 250.000 pesos, iba a publicar mi foto en las redes y en los medios de comunicación diciendo que yo era un violador de niños”, dijo la víctima.

Las cifras

Según el Gaula, en 2019 recibieron 20 denuncias de esos hechos extorsivos, bajo esta modalidad, en los que las víctimas se dividieron en 12 mujeres y 8 hombres.

Sin embargo, en 2020 se registraron 41 casos, en los que los hombres lideraron la lista siendo 31 víctimas, mientras que las mujeres tuvieron solo diez hechos.

“Esto se produce, porque los hombres son los que más frecuentan este tipo de páginas web de pornografía, entonces son los que más se exponen a caer en manos de los extorsionistas”, explicó una fuente judicial cercana a las pesquisas.

El mayor Ángel Torres, comandante del Gaula en Norte de Santander, aseguró que se adelantan las investigaciones de estos hechos para seguirles la pista a los responsables de estos cobros ilegales.

Asimismo, le recomendó a la comunidad que evite producir imágenes con contenido sexual, evitar conversaciones virtuales con desconocidos, supervisar las redes de los menores de edad, y lo más importante, denunciar en la línea 165 para contrarrestar estos hechos. 

Las Eróticas

A mediados de diciembre, en medio de una redada de las autoridades contra la extorsión y el secuestro en diferentes ciudades del país, fueron capturadas cinco mujeres, integrantes de la banda delincuencial conocida como Las Eróticas, dedicada a extorsionar a los cibernautas a través de ofrecimientos sexuales, similares a los hechos ocurridos en la capital nortesantandereana.

La investigación permitió identificar en la capital del país, a las presuntas extorsionistas, entre las que están, la encargada de realizar las labores de inteligencia de las potenciales víctimas y crear los perfiles falsos en las páginas de internet, la recolectora de información, y por último, las tres encargadas de la recolección del dinero a través de las empresas de giros, en los diferentes lugares del territorio nacional.

Las capturadas quedaron a disposición de las autoridades competentes por los delitos de extorsión y concierto para delinquir, ostentando ganancias de 200 millones de pesos con 247 víctimas en el país.

(*) Nombres cambiados.