La vereda El Dave, de Puerto Santander, se convirtió, de a poco, en un escenario macabro, rodeado de muerte, sevicia y presencia de grupos armados ilegales que delinquen en esta zona fronteriza con Venezuela.

En el imaginario de la población se quedaron los sinónimos de violencia e imperio criminal que impusieron Los Rastrojos y el Ejército de Liberación Nacional (Eln), que no cesan la guerra por el dominio del territorio, del que sacan jugosas sumas millonarias por el control del narcotráfico y el contrabando.

La cercanía que tiene la vereda El Dave con Venezuela y la poca presencia de las autoridades, complementa un panorama apetecido para el crimen. Allí, las historias mortales se han vuelto el común denominador de Puerto Santander.

La complejidad del lugar hace que hasta la fuerza pública tenga que ingresar a esta vereda bajo protocolos de seguridad, con un grupo antiexplosivos y con un pie de fuerza notorio, latente ante cualquier ataque de los grupos armados ilegales que se pasean sin problema por este sector fronterizo.

Allí, la lejanía, el camino de trocha y las fincas arroceras que dibujan el paisaje en esta vereda, se mezclan con el silencio de sus habitantes. Hasta hace algún tiempo era normal ver a los miembros de la organización criminal Los Rastrojos haciendo de las suyas, pero ahora, la presencia del Eln, con las ansias de poder, genera el riesgo constante con el retumbe de las balas.

Dos muertos

Precisamente, este desesperanzador escenario parece haberse amañado en El Dave. La tarde del miércoles, miembros de la funeraria San Martín tuvieron que trasladarse hasta ese apartado lugar para levantar los cadáveres de una pareja que tenía al menos seis días de muerta.

En medio de una arrocera estaban los cadáveres de un hombre y una mujer, en alto grado de descomposición.

La mujer vestía un bluyín con una franela que tenía estampado un personaje de Disney. En la muñeca derecha portaba unas manillas. Entre tanto, la otra víctima llevaba puesta una bermuda y una franela verde.

Lea aquí: En El Dave no paran las muertes

La funeraria trasladó los cuerpos al Instituto de Medicina Legal, donde hasta el cierre de esta edición no se habían acercado dolientes para identificarlos.

“Por el lugar, se presume que probablemente fueron traídos desde el territorio venezolano y fueron abandonados en este sector”, explicó una fuente judicial.

Los otros hechos

El 20 de septiembre fue encontrado el cadáver de Yoel Antonio Altuve Carrizo, quien presuntamente había sido citado por el Eln en el territorio venezolano y que luego apareció muerto en El Dave.

El 17 de marzo en esa vereda fue asesinado Neiber Jesús Camargo Quintero, Piraña, quien recibió 4 impactos de bala.

El 9 de julio, Luz Amparo Acevedo Gélvez y su hijo César Augusto Pérez Acevedo, quienes eran conocidos en el lugar por vender comida, aparecieron muertos cerca uno del otro.

En medio del levantamiento de los cuerpos se registró un enfrentamiento en el que resultó muerto Omar José Osorio Barrios.

El 11 de julio, ocurrió el crimen de Reyes Antonio Guerrero Romero, de 39 años, quien recibió varios impactos de bala cuando salió de una finca.

Para el 16 de agosto, hallaron los cuerpos de Carlos Alberto Uribe Márquez y su amigo Auden Gélvez Mandón.

Por último, una mujer fue baleada y quedó entre la zona boscosa de una finca arrocera, sin ser identificada.