La última foto que se tomó Cecilia Parada Martínez, de 79 años, antes de ser asesinada, fue el miércoles, junto a una muñeca de Minnie Mouse, en el restaurante donde todos los días almorzaba.

Desde ese día los vecinos y sus familiares no la volvieron a ver, por lo que presintieron que algo malo le había ocurrido.

Un sobrino de la víctima decidió entrar este viernes al apartamento donde vivía su familiar, ubicado en la avenida Cero con Canal Bogotá, en el barrio Lleras de Cúcuta, y descubrió una escena aterradora: a su tía, los homicidas la dejaron con las manos amarradas, la camisa desabotonada y con una almohada sobre su cara.

“Cuando llegué vi las puertas abiertas y se me hizo muy raro, por lo que subí a la habitación y fue cuando la encontré muerta”, dijo el sobrino de Parada Martínez.

Según explicó, el lugar donde Cecilia guardaba sus joyas estaba revolcado y los elementos de valor no aparecieron, por lo que se presume que el homicidio de la anciana se generó en medio de un robo.

Sin embargo, otra pista que tiene la familia señala que Parada discutió el lunes con los arrendatarios de un apartamento de su propiedad, ubicado al lado de su residencia, al parecer porque los inquilinos no le habían querido pagar el alquiler.

“Ellos (arrendatarios) se fueron, la puerta estaba golpeada y solo dejaron unos zapatos y poca ropa, por lo que no se sabe si tienen algo que ver”, dijo un familiar.

Los parientes alertaron a la Policía Metropolitana de Cúcuta sobre el homicidio, por lo que de inmediato los uniformados se trasladaron al lugar para verificar lo sucedido.

Miembros del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía practicaron una detallada inspección en la escena del crimen para recolectar las evidencias necesarias que orienten las investigaciones y así esclarecer el hecho.

El cadáver de Parada Martínez fue trasladado al Instituto de Medicina Legal.

Los vecinos del sector recordaron a la víctima como una mujer muy amable, dispuesta a ayudar a las personas y servicial con los niños.

Parada era dueña de varios locales comerciales ubicados en el mismo sector donde ocurrió el asesinato. Al parecer, un dinero que tenía guardado en su casa, producto de los arriendos que percibía, fue encontrado en el lugar donde lo camuflaba.