Luego de 15 audiencias, la gran mayoría aplazadas por diferentes causas, y de cambiar tres veces de abogado defensor, el Juzgado Primero Penal Municipal con Funciones de Control de Garantías le dictó medida de aseguramiento en centro carcelario a Mónica Esperanza Ortega Cepeda, quien labora en el Juzgado 4 Penal Municipal con Funciones de Conocimiento como escribiente.

A la funcionaria, quien hoy se encuentra prófuga de la justicia, le adelantan un proceso penal por concusión, pues según mostró la Fiscalía en la audiencia concentrada, ella, presuntamente, se prestó para cometer un acto de corrupción en el Palacio de Justicia Francisco de Paula Santander de Cúcuta.

El pasado 6 de julio, en la audiencia número 15, se escuchó que Mónica Ortega, al igual que Juan Carlos Meza Osorio, quien labora como escribiente en el Centro de Servicios Judiciales del Palacio de Justicia, supuestamente se prestaron para beneficiar a Luis Humberto Bustamante Uscátegui, conocido como el Enano, quien fue condenado a pagar varios años de prisión por hurto calificado y agravado en concurso con tráfico y porte ilegal de armas.

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Ese día de la diligencia judicial, ella no se hizo presente, solo acudió su abogado, quien intentó convencer al juez de que su clienta era inocente, tratando de desvirtuar las pruebas que mostró la Fiscalía. Entre las intervenciones que hizo el profesional en derecho se escuchó que Mónica Esperanza no tenía los alcances que aseguraba el organismo acusador.

“Mónica es una simple empleada del Juzgado 4 Penal Municipal con Funciones de Conocimiento, que no tiene el poder que se señala acá. Para llegar a manipular carpetas o procesos se necesita mucho. Si las cosas son así, señor juez deberían encarcelar al 80 % de los empleados del Palacio de Justicia que hacen favores. Acá se está cometiendo una arbitrariedad. Además, ella no tiene antecedentes”, sostuvo el abogado.

Pese a lo argumentado por la defensa, el juez decidió dictarle medida de aseguramiento a Mónica Esperanza Ortega, al considerar que dejarla libre representa un peligro porque podría seguir cometiendo actos de corrupción y, además, afectaría al denunciante, como según dijo la Fiscalía, emitiendo mensajes amenazantes.

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Sin embargo, a los argumentos entregados por el juez, el abogado apeló la decisión y refutó que ella no es una criminal peligrosa para ir a prisión. “¿Cuál es el elemento para mandarla a la cárcel, mensajes por internet?”, señaló el defensor.

Agregó: “Mónica por qué debe pagar por el aplazamiento de las audiencias o por la recusación que le hizo un abogado a usted, señor juez. Ella no tiene ningún tipo de investigación ni judicial ni disciplinaria. Por eso espero que el juez de segunda instancia no permita que se dé esta arbitrariedad”.

Días después de esa audiencia del 6 de julio, un juez de segunda instancia confirmó la decisión tomada en la audiencia concentrada y ahora Mónica Esperanza Ortega tendrá que ir a prisión, aunque las autoridades no han podido dar con su paradero porque ella solicitó vacaciones y nadie sabe dónde se encuentra, por eso esperaran a que se presente lo antes posible.

La investigación

Este proceso investigativo empezó el 10 de julio de 2016, cuando el juez Segundo de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad, Rafael Meneses, denunció las intimidaciones y amenazas que su asistente estaba recibiendo porque presuntamente había recibido un sobre con dinero para cometer un acto de corrupción.

Todo quedó al descubierto cuando el abogado Luis Carlos Valencia, defensor de Bustamante, se le acercó a la asistente del juez Meneses para recriminarla porque supuestamente le habían hecho llegar una plata para ayudar a su cliente.

“La finalidad de ese dinero era sacar el proceso de ahí y pasarlo al Juzgado Cuarto o Quinto de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad. Quien la abordó fue el abogado Luis Carlos Valencia”, aseguró el fiscal durante la audiencia de imputación de cargos, que se dio el 10 de mayo.

En la conversación entre Valencia y la funcionaria, según se escuchó en la audiencia del 10 de mayo, se reveló que Ortega recibió la plata en un sobre para hacérsela llegar a la asistente, lo que redundaría en el beneficio para su cliente, en las pretensiones que tenía de ser trasladado a la cárcel de Cúcuta para pagar acá su condena, pero la asistente no sabía nada de lo que le estaban diciendo, por eso decidió contarle a su jefe.

El proceso continúa

Por ahora, la justicia dio su primer paso, pues aún falta que siga el proceso penal para que un juez condene o absuelva a Mónica Esperanza Ortega, basado en las pruebas que muestre la Fiscalía en el proceso judicial. Mientras que a Juan Carlos Meza por ese hecho de corrupción, de ser hallado culpable no iría a la cárcel, pero sí perdería su trabajo.

Se tuvo conocimiento de que la Fiscalía lleva a cabo otra investigación, desde hace un año, y también ha revelado otras acciones donde funcionarios de la Rama Judicial se han prestado para hacer otros actos de corrupción. Los investigadores tendrían identificados a los implicados y pronto serían procesados penalmente.