“Fue una muerte atroz”. Así, definió el papá de Rafael Andrés Núñez Díaz, de 27 años, la forma en que murió su hijo, tras ser atropellado por una volqueta en la vía Cúcuta-Pamplona, en la mañana de ayer.

El trágico accidente se registró en el corregimiento La Donjuana, de Chinácota, a las 8:00 de la mañana.

Cuando la víctima se movilizaba en una motocicleta marca Suzuki Gn-125, con dirección hacia Cúcuta, fue arrollado por la volqueta, de placas BBJ-340, al momento en que esta intentó cruzar la vía de un carril a otro, al parecer, para tanquear en la estación de servicio que se encuentra en el lugar.

El contundente golpe le causó la muerte de manera instantánea a Núñez, a quien se le destrozó la cara.

“Quedó sin cara. Lo aplastó”, narró el papá, instantes después del accidente.

Los parientes de la víctima protagonizaron escenas de dolor y desconcierto en el lugar, tras el suceso que enlutó a su familia.

La víctima era padre de un niño de dos años

Como todos los días, Núñez Díaz salió de su casa, en Villa del Rosario, a las 6:00 de la mañana, para comprar la leche que después revendía en el municipio histórico.

Desde hace un año se dedicaba a este oficio, pero ayer, la muerte lo esperó de regreso a casa.

Los dos recipientes del lácteo que traía en su motocicleta quedaron en el lugar del accidente.

La víctima dejó un hijo de 2 años.

Núñez, natural de Capitanejo (Santander), era el quinto de seis hermanos.

Según sus familiares, el joven de 27 años acostumbraba a ayudar a sus padres económicamente y siempre tenía una buena conducta.

“El no tenía vicios y era muy juicioso. Nos ayudaba mucho”, comentó un familiar.

Según se conoció, hacía poco tiempo compró una vivienda en la que residía con la esposa y el hijo.

Capturaron al conductor

El conductor de la volqueta fue identificado como Giovanni Arley Villasmil Villamizar, de 24 años, y fue dejado a disposición de la Fiscalía, en Pamplona, para adelantar las investigaciones del hecho.

La Policía de Tránsito atendió el accidente y practicó el levantamiento del cadáver.

Las autoridades insistieron en mantener la prudencia al conducir por las vías del departamento para evitar los accidentes fatales.

En la volqueta quedó plasmada la huella de una mano, que al parecer, era la de Núñez Díaz.