Minutos antes de que un incendio acabara con la vida de los hermanos María Alejandra Suárez Guerrero, de 6 años, y Jesús Giovanni Guerrero Garzón, de 16 meses de nacido, la niña había dejado de jugar y se había acostado con la ilusión de levantarse al otro día para ir a estudiar.

“Ella (la niña) estaba acá afuera y me dijo: vecina, me voy a dormir porque mañana tengo que madrugar a la escuela”, dijo una habitante del asentamiento Brisas de La Ermita, donde ocurrió la tragedia.

Cuando los hermanos se quedaron dormidos, su mamá, Doraida Guerrero Garzón, salió de la casa en busca de su otro hijo de 4 años, que se había quedado jugando con algunos niños cerca a la vivienda.

De regreso, al parecer, un cortocircuito generó un fuerte incendio que en solo diez minutos consumió la casa. A pesar de los esfuerzos de los familiares y vecinos por sacar a los niños, los hermanos Guerrero murieron calcinados.

“A las 6:00 de la tarde se fue la luz, luego la arreglaron y después sentimos que estalló el transformador, lo que ocasionó un cortocircuito; ahí fue cuando empezó el incendio”, dijo Robinson Guerrero, tío de las víctimas.

Sin embargo, el comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel Yecid Arango, aseguró que el incendio fue provocado por una veladora que estaba encendida en la casa.

Guerrero recordó cómo luchó para sacar con vida a sus sobrinos, aunque no pudo lograrlo.

“Con los vecinos echamos agua y yo me puse una cobija y entré, la primera vez no encontré nada y salí a tomar aire; cuando volví a entrar toqué y toqué y sentí una pierna y ahí saqué a la niña, luego un vecino sacó al niño”, dijo el familiar.

Leonor Rondón, profesora de la menor, la recordó como una alumna alegre que todos los días manifestaba su alegría por poder ir a la institución educativa.