Jonathan Hernández Agudelo aceptó ayer su participación en los homicidios de Leny Salazar Pérez, de 32 años, y de Héctor Fabián Cambindo Bedoya, de 35. Además, de la tentativa de homicidio de Yeferson Yesid Muñoz Méndez, hechos ocurridos entre enero y febrero de 2016 en Cúcuta.

Hernández Agudelo, quien hacia parte del Clan del Golfo, fue detenido en flagrancia por la Policía, en marzo del mismo año, al ser sorprendido portando una pistola, pero días después confesó las muertes ante la Fiscalía, adicionando a la imputación los delitos de homicidio y tentativa de homicidio agravados y concierto para delinquir (por concertarse para cometer los crímenes).

Jonathan Hernández, de 26 años, natural de El Zulia, recluido en la cárcel de Cúcuta, llegó a un preacuerdo con la Fiscalía que consistió en aceptar su responsabilidad en los hechos a cambio de una rebaja en la pena (50 por ciento), tasada en 18 años y 6 meses de cárcel y una multa de 2.750 salarios mínimos legales mensuales.

Dicho preacuerdo fue presentado y aprobado por un juzgado especializado de Cúcuta, ante el cual el procesado aceptó que lo firmó de manera, libre, consciente y voluntaria acogiéndose a la terminación anticipada de su proceso, antes de ser presentado el escrito de acusación.

Por tratarse de una condena de supera los cinco años de cárcel, tanto la Fiscalía como la defensa del procesado se abstuvieron de solicitar beneficios como la casa por cárcel. Para los próximos días será fijada la lectura de la sentencia.

Mototaxista

Leny Salazar Pérez, de 32 años, fue asesinada de al menos siete disparos.

El crimen ocurrió en el Anillo Vial Oriental, en cercanías a la Central de Abastos de Cúcuta (Cenabastos), cuando la mujer se movilizaba en una motocicleta.

Según se conoció, dos hombres que iban a bordo de otra moto, hicieron que la víctima detuviera la marcha y luego de conversar por un corto tiempo, uno de los dos sacó su pistola y le disparó hasta acabar con su vida. El cadáver de Leny quedó junto a la moto, a un costado de la vía.

Las autoridades no encontraron los documentos personales ni algunas pertenencias de ella.

Según la familia de Salazar Pérez, la mujer de 32 años trabajaba como mototaxista en El Escobal, desde hace dos años. La víctima deja a cuatros hijos, menores de edad. 

Hasta el lavadero

Héctor Fabián Cambindo Bedoya fue asesinado en la avenida 1 con calle 6, en un billar que administraba la víctima junto a su compañera sentimental.

Dos hombres que iban en una motocicleta venezolana marca Bera Socialista, arribaron hasta el lugar; uno de los pistoleros se bajó de la moto e ingresó en busca de Héctor.

Sin embargo, al no encontrarlo en la zona donde están las mesas de billar, decidió avanzar hasta la parte de la casa donde vive la pareja, y allí encontró a Cambindo, en el lavadero, mientras este lavaba ropa.

El homicida le disparó al hombre en repetidas ocasiones hasta dejarlo gravemente herido.

Tras oír los disparos, la mujer corrió en busca de su ser querido, encontrándose en el camino con el pistolero, a quien le suplicó que no matara a su marido, pero ya era demasiado tarde.

El agresor salió de la casa y huyó junto a su compinche que lo esperaba en la motocicleta.

La compañera sentimental de Héctor lo trasladó en una camioneta hasta el policlínico de La Libertad, donde llegó sin signos vitales.