Las autoridades esperan a que Eduar Antonio Bautista Velazco se recupere de los tiros que recibió la madrugada del pasado domingo, para poder establecer cómo, por qué y quiénes cometieron el hecho violento.

Bautista Velazco fue ingresado por una patrulla de la Policía al Hospital Universitario Erasmo Meoz, con un disparo en el abdomen y otro a la altura del hombro izquierdo.

Yanine Bautista, madre del herido, le dijo a La Opinión que ella dormía cuando una vecina tocó a la puerta, diciendo que traía a su hijo herido.

La vecina le expresó que los hechos habían ocurrido a pocas cuadras, en la calle 8 entre avenidas 19 y 20 del barrio San Miguel, y que había tomado la decisión de llevarlo para que le ayudaran y brindaran atención médica.

La madre indicó que de inmediato salió a mirar, pero su hijo, de 23 años, estaba a unos metros en un caño de aguas lluvias que pasa frente a la vivienda. Al verlo allí, empezó a gritar pidiendo ayuda, por lo que los vecinos llamaron a la Policía.

“Eduar no hablaba nada en la patrulla y la muchacha tampoco nos entregó detalles porque se llenó de nervios. En el hospital no me dejaron hablar con él porque lo entraron de una vez a operarlo y los médicos dijeron que era mejor no hacerle preguntas”, agregó la progenitora.

Funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía asumieron la investigación a la espera de la recuperación del herido, para que pueda aclarar lo ocurrido.

“Nosotros hablamos con Eduar como a las 8:00 de la noche del sábado en la casa de mi papá, luego se fue para donde una tía y quedamos de vernos al otro día. Sin embargo, de donde la tía volvió a salir y le dijo que iba a dar una vuelta”, recuerda Yanine.

Los parientes de Bautista Velazco señalaron que él es ayudante de zapatería y reside en unión libre, con sus dos hijas, en el barrio Gaitán.

Por ahora, los parientes aseguraron desconocer de amenazas en su contra y pidieron a las autoridades que los hechos sean esclarecidos.

Vecinos de San Miguel se quejaron de la inseguridad que se registra en los últimos días en las calles del barrio, más aún en la noche cuando los delincuentes rondan en medio de la oscuridad.