Ni siquiera estar armado y en un reconocido restaurante ubicado en la calle 18 con avenida cero, le salvó la vida a Édgar Orlando Alfonso Beltrán, de 34 años, luego de un ataque a bala ocurrido la noche del miércoles.

El crimen fue muy bien planeado. El hombre fue citado al lugar y su agresor lo asesinó de un solo disparo con un arma que tenía adaptado un silenciador para no generar pánico ni alertar a los clientes que a las 7:30 de la noche estaban comiendo en el establecimiento.

Alfonso Beltrán llegó al restaurante a bordo de una camioneta marca Toyota Prado, venezolana, de placas AC346VD, color gris, se bajó y se sentó en una mesa del segundo piso del negocio donde venden comidas rápidas.

Lea además Lo mataron cuando dormía en un andén en Carlos Pizarro

Minutos después, el pistolero que iba en una motocicleta ubicó a Édgar Orlando, a quien al parecer conocía, subió hasta donde estaba sentado, lo abrazó por el cuello y le disparó en la cara.

La víctima intentó reaccionar con su pistola calibre 9 milímetros pero no alcanzó a disparar ninguna de las balas de los dos proveedores que tenía en su poder.

Mientras que Édgar Orlando se desplomaba en el piso, el pistolero bajó las escaleras tranquilamente, se subió a la motocicleta y huyó por la avenida Cero; dos cuadras más adelante se encontró con un compinche que agarró la moto y después desapareció.

Luego de que los empleados del local se percataran del crimen, una enfermera que estaba comiendo en el lugar le brindó los primeros auxilios a Alfonso Beltrán y junto a algunos policías y otros colaboradores lo trasladaron a una clínica ubicada a pocos metros, donde murió.

El comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel Javier Barrera, aseguró que Édgar Orlando era oriundo de Cumaral (Meta) y que al parecer, se dedicaba a la compra-venta de vehículos y también tendría negocios en Tibú.

“Este no fue un homicidio por robarle las pertenencias; esto obedece a negocios personales que tenía la víctima”, dijo el oficial.

Las autoridades encontraron un carné en el que acreditaba a Édgar como ganadero en su tierra de origen.