Como Didier Farid y Deivison Jair Sánchez Pérez, dos hermanos de 17 y 15 años, respectivamente, fueron identificadas las víctimas del doble asesinato conocido el pasado 15 de noviembre, en La Parada.

El homicidio ocurrió en una casa ubicada en la carrera séptima con calle quinta del barrio Centro de Villa del Rosario.

Los hermanos fueron atacados a puñaladas, uno de ellos recibió ocho heridas en el cuello y el otro, en la espalda.

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Junto a los cadáveres hallados en una habitación de esta casa, arrendada en su mayoría por venezolanos, había un escrito alusivo a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (Eln) y a los colectivos que hacen presencia en Venezuela, en el que señalaban a las víctimas como paramilitares.

Conocidos en La Parada

Según el papá de los hermanos Sánchez Pérez, sus hijos desaparecieron desde la tarde del martes, un día antes de que los hallaran muertos, cuando llegaron a La Parada a comprar unos víveres.

“A las 5:00 de la tarde, unos hombres se les acercaron, los abrazaron y les pidieron que los acompañaran porque necesitaban hablar con ellos (...) como no debían nada, pues se fueron”, dijo el papá de las víctimas.

El familiar aclaró que ellos no arrendaron el sábado la habitación donde murieron, como lo afirmó la hija de la dueña de la vivienda.

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“Ellos estaban el sábado en mi casa, en la invasión Mi Pequeña Barinas de San Antonio (Venezuela) preparando la cena”, dijo.

Asimismo, aseguró que a sus hijos sí los conocían en La Parada, porque desde hacía más de dos años trabajaban vendiendo cerámicas, artesanías y diferentes mercancías que traían desde Venezuela.

“Yo vine desesperado a buscarlos y me dijeron que estuviera tranquilo, que solo los habían golpeado y que iban a aparecer”, dijo el papá, quien desconoce de alguna amenaza o problema que podría haber generado los asesinatos.

“Mis hijos no eran ni ‘paras’ ni guerrilleros. Eso tuvo que ser una confusión”.

Refugiados

Didier Farid y Deivison Sánchez Pérez, al igual que su familia, estaban protegidos por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), debido a que su papá fue desplazado por la violencia que azotó a Villa del Rosario en el 2002.

La familia pidió que se aclaren los móviles del crimen y se haga justicia en este caso.