Un helicóptero UH-60 Black Hawk en el que viajaba un grupo de soldados, habría activado un campo minado al aterrizar, lo generó una fuerte explosión, en zona rural de Teorama.

Cuatro militares muertos y seis más heridos fue el saldo del incidente. El cabo primero Gabriel Ignacio Mejía Bermúdez y los soldados Edison Blanco Zapata, Franklin Gamboa Monsalve y Carlos Darío Ibarra Gutiérrez, fueron los militares que perdieron la vida.

Las tropas de la Brigada Móvil 33 del Ejército, adscritas a la Fuerza de Tarea Vulcano de la Segunda División, desarrollaban operaciones para proteger la infraestructura petrolera en la vereda El Bejuco, del corregimiento El Aserrío (Teorama), y activaron las cargas explosivas en el momento en que aterrizaba la aeronave.

Las operaciones militares se adelantaban en el sector luego de que la semana pasada las Farc volaran el oleoducto Caño Limón -Coveñas, a su paso por este corregimiento.

La intención de las tropas era garantizarles la entrada a los técnicos de Ecopetrol para que continuaran con las labores de reparación del tramo del oleoducto afectado.

Los seis uniformados heridos fueron evacuados de la zona e inicialmente recibieron atención en el dispensario de las instalaciones de la Brigada 30, en Cúcuta, y luego  trasladados a una clínica donde se recuperan.

Sin embargo, dos soldados presentan heridas de consideración. Los otros cuatro sufrieron algunas contusiones sin gravedad.

El Ejército atribuyó este ataque a la cuadrilla ‘Resistencia Catatumbo’ de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).

Esta institución rechazó el atentado y lo consideró como una violación a los Derechos Humanos.

“El comando del Ejército condena el empleo indiscriminado de artefactos explosivos por parte de las Farc, considerado como una clara violación e infracción al Derecho Internacional Humanitario”, aseguró la institución en un comunicado de prensa.

El comandante del Ejército Nacional, general Jaime Lasprilla, viajó hasta la zona del ataque acompañado del Inspector General y el Jefe de Operaciones de la institución.

Los oficiales conocieron de primera mano los hechos y dirigieron las investigaciones que buscan esclarecer cómo ocurrió el atentado y las acciones que se tomarán frente al mismo.

Según se conoció, la zona del ataque fue revisada con anterioridad y algunos uniformados estaban garantizando la seguridad del sector.

El gobernador de Norte de Santander, Edgar Díaz Contreras, lamentó el hecho y aseguró que la avanzada de ataques que adelantan los grupos al margen de la ley, especialmente en el Catatumbo, obliga a las autoridades a implementar medidas estratégicas para contrarrestar el accionar criminal de las guerrillas.

Dijo que aún se mantiene la incertidumbre en esta zona de Norte de Santander.

Por ahora, el Ejército reforzará la seguridad en esta área de Teorama, donde los atentados guerrilleros siguen cobrando vidas militares.