Apresurados, llegaron este jueves a la morgue del Instituto de Medicina Legal los padres y hermanos de Javier Torres Vargas, para identificarlo.  

El hombre, de 39 años, nacido en Cúcuta, fue hallado muerto entre unos matorrales de un lote baldío entre Villa Camila y las torres de Santa Bárbara, en el oriente de Cúcuta.

Un vecino de la subida a San Martín, sector Las Chiveras, lo encontró hacia las 8:00 de la mañana y de inmediato dio aviso a las autoridades. “Estaba bocabajo, tenía tres heridas como de escopeta en el hombro derecho y se le veía sangre. La cara la tenía hinchada”, contó el habitante.

El hecho alertó a varios curiosos y habitantes cercanos que llegaron a reconocer a la víctima.

De inmediato, hicieron presencia varias patrullas policiales y unidades de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) para recolectar evidencias e iniciar las investigaciones de rigor.

La Unidad de Criminalística practicó el levantamiento y trasladó el cadáver a la morgue del Instituto de Medicina Legal sin identificación, porque no portaba documentos.

Las primeras pistas

Algunos curiosos, que dijeron conocer al occiso, dieron algunas pistas a los investigadores asegurando que la víctima, conocida como ‘Lloreda’, era un hombre que consumía drogas y frecuentaba el lugar. Además, que cuando estaba recuperado, manejaba una moto AKT 125, negra, con la que trabajaba como mototaxista.

En algunas oportunidades- dijeron- lo veían recogiendo mangos  por el sector para venderlos en El Malecón, así como haciendo mandados a los vecinos, por lo que se había ganado el aprecio de algunas personas que le daban comida y le pagaban por los servicios que les prestaba.

Lo describieron como una persona pacífica, que pese a estar en la calle no se metía con nadie, era respetuoso y trabajaba para conseguir lo de su vicio.

“Nosotros le dábamos café y pan cuando lo veíamos y él nos hacía favores. Él decía que sus familiares vivían en la subida al barrio Torcoroma”, señaló uno de los vecinos, al tiempo que denunció el descontrolado incremento de consumidores de drogas en el sector, quienes evaden los controles policiales escapando por un canal de aguas lluvias que conecta con el río Pamplonita.

Lo reconoció

Unas horas después de haber sido encontrado el cuerpo, la familia de Javier Torres recibió la noticia de su muerte.

Con la información aportada por el vecino, una funeraria local ubicó a los padres del occiso en la avenida 7 con calle 8 del barrio San Luis, en la subida hacia Torcoroma.

Desde ese momento, los padres y hermanos de la víctima se movilizaron hacia la Sijín en el sector de Corral de Piedra para aportar los documentos de identificación, así como conocer detalles de su muerte.

Sin embargo, será el grupo forense de Medicina Legal el encargado de esclarecer los móviles de la muerte.

Javier Torres dejó un hijo de 15 años. Hoy se cumplirán las honras fúnebres.