Las manchas de sangre sobre el andén, frente a la casa de una de sus hermanas, fueron los últimos rastros de vida que dejó Diego Manrique Barajas, cuyo cuerpo estaba tirado unos metros más arriba.

Al parecer, este hombre de 24 años, fue herido con un arma blanca en la madrugada del domingo en inmediaciones a la calle 20A con carrera 6 y desde ahí dio sus últimos pasos hasta caer sin vida, cuadra y media después, en la carrera 7 entre calles 19 y 20 de Villa del Rosario.

De acuerdo con las primeras hipótesis de las autoridades, la muerte de Manrique se dio producto de un nuevo caso de intolerancia. Según las investigaciones de la Policía Metropolitana de Cúcuta, la víctima habría estado la noche del sábado con unos amigos en un local comercial y allí le habría tocado las partes íntimas a una mujer, hecho que después generaría la discusión que le causó la muerte.

Ante esta hipótesis, la familia negó cualquier posibilidad, indicando que él no era del tipo de personas que hicieran cosas como esas.

A las 10:30 de la noche del sábado, la última vez que sus familiares le vieron con vida, el tercero entre cuatro hijos (dos hombres y dos mujeres), acompañó a su hermana hasta la casa –frente a donde quedaron los rastros de sangre– y se regresó hasta un estanco cercano a terminar una cerveza. 

La conjetura de la familia es que lo esperaron frente a la vivienda de su hermana donde lo hirieron y tal vez en su desesperación, caminó y terminó sin vida una cuadra más adelante. 

Vecinos del sector consultado indicaron que sobre las 4 de la mañana lo vieron tirado en el piso, pero pensaron que estaba borracho.