A los alrededores de la cárcel se siguen conociendo macabros hallazgos de restos óseos que tejen historias de terror, por la complejidad de los hechos de violencia que ocurren en esta zona que colinda en la frontera con Venezuela.

El hecho más reciente se produjo el sábado, cuando un grupo de hombres encontró un cráneo y un tronco, en la parte de atrás de la Penitenciaria de Cúcuta, a pocos metros de diferencia, en medio de la búsqueda de Franyer Peinado, el menor de 17 años que cayó a un caño desde el barrio El Porvenir.

Hasta ese lugar se trasladaron los miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) para recolectar los restos y trasladarlos al Instituto de Medicina Legal, a la espera de que se adelante un estudio antropológico para identificarlos.

Estas apariciones no son novedosas para las autoridades, pues en lo corrido de este año, en este mismo sector conocido como Caño Picho, se han descubierto en al menos cuatro oportunidades restos humanos.

A mediados de junio, el cuerpo de Bomberos, que también adelantaba la búsqueda de tres personas que habían sido arrastradas por el Canal Bogotá, hallaron los huesos de una pierna, un brazo y un cráneo. Las autoridades presumen que esta persona fue asesinada y desmembrada días atrás en este sector.

“Estábamos haciendo el rastreo, buscando los desaparecidos y nos encontramos fue con esa osamenta”, dijo uno de los bomberos.

Al sitio, arribaron los miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) para rescatar los restos que se encontraban en las aguas negras. Los investigadores recorrieron varios puntos en busca de las otras partes, pero no encontraron más pistas.

En este mismo sector, también fue encontrado un dorso humano, pero las autoridades en esa oportunidad no lo pudieron rescatar de las aguas negras, pues la corriente lo arrastró.

Las piernas de una mujer, una de ellas con un zapato, también hacen parte de los descubrimientos de restos óseos de este lugar.

Cabe recordar que, a inicios de octubre, en una zona boscosa de San Fernando del Rodeo, también fueron encontrados dos pantorrillas y el hueso de una cadera de una persona. A esa hora, una patrulla de la Policía llegó al sector y tras confirmar el hallazgo, acordonó el lugar, mientras los miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) llegaban.

“Estos casos tardan mucho en resolverse. Los restos óseos deben ser sometidos a trabajos con antropólogos y por eso son enviados a Bucaramanga, donde se puede someter a estudios forenses.”, dijo una fuente judicial.

El domingo 2 de agosto, en horas de la tarde, la Policía también fue alertada que en ese mismo sitio, fueron encontrados en una bolsa plástica azul un fémur y un cráneo.

Pero hasta el momento no se conoce ningún resultado de los estudios a estos restos que han sido encontrados detrás de la cárcel, generando dudas en las investigaciones que adelanta la Sijín.