Antes de que las familias llegaran a disfrutar de la ciclovía y cuando apenas las autoridades cucuteñas se preparaban para hacer el cierre de la avenida Los Libertadores -como sucede cada domingo- miembros de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de la Policía Metropolitana de Cúcuta, encontraron un hombre sin vida en la ribera del río Pamplonita.

Una herida abierta en la cabeza y siete puñaladas fueron las marcas que quedaron tatuadas en el cuerpo de la víctima, cuyo cuerpo amaneció tirado boca arriba, entre la maleza, la arena y la basura que adornan las playas del principal afluente de Cúcuta.

El operativo de levantamiento se desarrolló sobre las 6:00 de la mañana, aproximadamente, luego de que las autoridades recibieran una llamada donde les dieron aviso de la situación.

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Encontrarlo no fue fácil. Para llegar hasta donde el hombre perdió la vida, al parecer producto de una riña, había que saltar el muro de cemento que separa a El Malecón con la orilla del río, después caminar unos metros entre matas, desechos humanos y basura –desde pañales hasta portacomidas- para ahí si poder al río.

Hasta el cierre de esta edición las autoridades trabajaban en identificar a la víctima  y esclarecer los hechos.

El cuerpo de este hombre, que no tenía más de 30 años, fue llevado a la las instalaciones de Medicina Legal de la capital nortesantandereana.

Los hechos anteriores

De tez morena, el hombre vestía una camiseta oscura manchada de sangre, bluyín y tenis sin medias. Su cadáver se ubicó metros arriba del puente Elías M. Soto, un sector que este año ya completa tres muertes.

En abril de este año, el  14 y 15, cuando los católicos celebraban la Semana Santa, dos hombres fueron asesinados en esta misma zona de la ciudad.

Se les identificó, en ese momento, como Pedro Nel Forero Vivas, de 36 años, quien fue encontrado desnudo, con las manos amarradas y una soga en el cuello. El otro era José Luis Rodríguez Lopera, de 32 años, quien recibió dos disparos.

Rodríguez Lopera, oriundo de Barranquilla, tenía ocho registros por tráfico y porte de estupefacientes, tres por hurto, cuatro por lesiones personales y uno por porte ilegal de armas.

Este último, además, se encontraba con su compañera sentimental, que también resultó herida durante el ataque.