Un golpe directo a la cara, más otro contra el pavimento, hizo que Jesús María Calvo Álvarez, de 72 años, perdiera su vida. 

Todo ocurrió la mañana del jueves, en la avenida 1 con calle 17 del barrio Motilones de la ciudadela de Juan Atalaya. Fueron quince segundos los que le tomaron a un hombre, quien estaba en compañía de una mujer, para salirse de control y atreverse a golpear al anciano inválido. 

En la grabación, se ve como Calvo Álvarez, montado en la bicicleta que adaptó para manejarla con una mano, se acercó a un hombre que estaba sentado en el andén y después de cruzar unas palabras, se levanta, lo cachetea, le da la espalda y sigue su camino; sin percatarse ni importarle que el anciano se había caído y quedado inconsciente. 

Fueron los vecinos y transeúntes del lugar quienes se acercaron a socorrerlo y una vez lo vieron inconsciente, llamaron a una ambulancia que trasladó a Calvo Álvarez hasta el Policlínico de Atalaya. 

Sin embargo, una vez estabilizado fue enviado de urgencias al Hospital Erasmo Meoz, donde intentaron salvarlo, pero hacia las 5 de la tarde, se conoció sobre su muerte.

 En esta línea de tiempo, se ve cómo el hombre golpeó al anciano y luego lo deja tendido sin importarle que había quedado inconsciente. 

Del dolor a la rabia

La familia Calvo Álvarez pasó de un día para otro del sentimiento de dolor a sentir rabia e impotencia. 

“Nosotros creíamos que se había caído. Ahí en el sitio hay un policía acostado y pensamos que había perdido en control al pasarlo, pero el viernes nos llegó un video donde quedamos asombrados de lo que realmente le había ocurrido”, dijo Eleuterio Calvo Álvarez, hermano del anciano.

Y añadió: “No me explicó cómo se atrevió a golpearlo. Mi hermano no era pera en dulce, pero era un abuelo que desde que tenía 3 años quedó paralítico y, además, sufría de Alzheimer”.

Calvo Álvarez se había perdido el primer festivo de noviembre, pero gracias a que lo conocían, dieron aviso de su paradero y la familia se lo llevó a su vivienda, en la calle 24 con avenida 9 del barrio Motilones, donde lo cuidaba un sobrino.

Para ese entonces, uno de los hermanos tomó la decisión de sacarle el aire a las llantas de la bicicleta y quitar las cadenas para evitar que volviera a salir; sin embargo, el anciano se las ingenió para arreglar su medio de transporte y salir a la calle.

“A él le gustaba pedir monedas. Siempre que recogía algo compraba Coca-Cola y pan; en eso se gastaba lo que le daban, porque él tenía sus tres comidas en la casa”, contó el hermano.

 Gilberto Gómez Toloza.

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Individualizado

Al mediodía del sábado, La Opinión conoció que los vecinos del barrio Nuevo Horizonte, reconocieron al hombre que golpeó al anciano y dieron aviso a la Policía.

“En el video se ven que son una pareja, vendedores de toallas. Por eso, la gente de una vez que los vieron, nos ayudaron a informar”, dijo el familiar.

Fue así como el colombiano Gilberto Gómez Toloza, de 52 años, oriundo de Curumaní (Cesar), fue puesto a disposición de la autoridad competente.