Los familiares de Ciro Alfonso Gómez Bernal, de 54 años, uno de los tres hombres que fueron asesinados en la zona rural de Hacarí, por desconocidos, el fin de semana y que además, no había sido identificado, protagonizaron ayer escenas de dolor y desconcierto en el Hospital Regional Emiro Quintero Cañizares, de Ocaña.

Gómez, oriundo de Bucaramanga, era fabricante de zapatos. Su hijo identificó el cadáver.

Los parientes aseguraron que Gómez conoció al obrero Carlos Andrés Sánchez, otra de las víctimas, luego de que el hombre le construyera su casa en Bucaramanga. Asimismo, dijeron que tenían un proyecto para distribuir calzado en la zona.

Sánchez, de 33 años, coordinaba trabajos en Mesitas, hacia donde se dirigían el sábado. Tenía dos niñas de 13 y 9 años.

Mario Sánchez, papá del obrero, manifestó que su hijo era muy conocido en la provincia por la seriedad con la que hacía sus trabajos.

Dijo que no estaba amenazado y que se confió y no acató la restricción del Epl, de no transitar en motos ni carros desde las 9:00 de la noche, hasta las 5:30 de la mañana, presumen los familiares.

Juan Yesid Sumalave, de 35 años, fue transportador informal de gasolina, pero estaba dedicado a transportar víveres y materiales de construcción en la zona rural.

Su esposa dijo que la camioneta que fue incinerada de placas AA6760E, de Barinas (Venezuela) era alquilada.

Dijo que fueron asesinados con tiros de gracia y quemados. Clama justicia.El comandante de la Trigésima Brigada del Ejército, coronel Marcos Pinto aseguró que lo que se evidencia en el triple crimen es que se trata de un “mensaje mafioso” por la manera en que fueron asesinados los hombres y como quemaron el vehículo.