Dos empleados de una fábrica ubicada por el Anillo Vial oriental no podían creer que el aviso de un chatarrero que frecuenta este sector era cierto: en una zanja, a pocos metros de la vía estaba tendido el cadáver de una mujer.

Ellos llegaron sorprendidos a verificar el procedimiento de las unidades de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) que tuvieron que caminar entre la zona boscosa para llegar hasta el lugar donde estaba el cuerpo.

El procedimiento se extendió durante al menos dos horas, por lo que los investigadores adelantaron una rigurosa inspección para no dejar escapar ninguna pista que pudiera permitir empezar a esclarecer el hecho.

Lo primero que identificaron los peritos es que la mujer, que no pudo ser identificada, tendría al menos entre diez y doce días de muerta.

Las características

La víctima, que ya tenía la cara en alto estado de descomposición, tenía una caja dental, una característica que servirá para que sea identificada por sus dolientes.

Asimismo, la mujer estaba atada de manos y tenía señales de tortura. Sin embargo, las autoridades aseguraron que no pudieron identificar marcas de violencia ni de arma de fuego ni de puñaladas, por el avanzado estado descomposición.

La víctima vestía una licra negra, una franela de rayas azules y blancas y una chaqueta negra. Además, calzaba crocs.

El cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal, a la espera de que sea plenamente identificado.

En la escena del hecho se descartó que fuera una mujer que está reportada como desaparecida en esta zona.