El policía Javier Buendía Silva no imaginó que llevar como parrillera en su motocicleta y sin casco a su prima Ruth Lorena Buendía Ibarra concluiría en la tragedia en que terminó, por conducir borracho.

Ayer, los primos Buendía salieron de una fiesta familiar. Ella montó en la moto, sin casco protector.

A las 2:10 de la madrugada, en la avenida 10 con calle octava, el policía no respetó una señal de pare y chocó contra la camioneta KBN-171, de Bucaramanga. El policía vestía de civil.

La mujer murió instantáneamente, víctima de un trauma craneoencefálico, al chocar su cabeza desprotegida contra el andén.

Tenía 31 años y era profesora del Colegio Municipal de Bachillerato.

El jefe seccional de Tránsito y Transporte, coronel Eiver Alonso Moreno, dijo que todo ocurrió por imprudencia del policía.

“Se puede probar que hay una omisión de la señal de pare por parte de la motocicleta, lo que hace que choque contra la camioneta, y por el golpe, la parrillera, que no portaba el casco, es lanzada aproximadamente unos 7 metros, chocando su cabeza contra el andén” dijo Moreno a la prensa.

El oficial informó que luego del accidente,el policía fue sometido a una prueba de alcoholemia, que dio como resultado tercer grado de intoxicación etílica.

El conductor de la camioneta fue identificado como Yordani Manrique y resultó ileso. Está libre.

El agente borracho pertenece a la Policía de carabineros y ahora  se enfrenta a un proceso judicial en su contra, según su comandante, el  coronel Jaime Barrera.

“En estos casos, la Policía Nacional es drástica en la toma de decisiones”, dijo Barrera. “Por eso, ya he remitido todos los informes a la dirección de Carabineros, de donde depende esta persona, para que tomen las medidas necesarias y oportunas del caso”.