La muerte sigue paseándose tranquilamente por Tibú, en el corazón del Catatumbo, sin que las autoridades logren controlar la oleada violenta en la región.

Con el reciente asesinato ocurrido la noche del lunes, se completaron 70 homicidios en lo corrido de este año, superando en adelante la cifra del año pasado (69 en 2017).

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Lo remataron

El crimen ocurrió a las 7:30 de la noche, cuando el antioqueño Luis Alberto Ramírez Heredia estaba en su casa con su familia, ubicada en el barrio Villa Paz.

Según se conoció, dos hombres en una motocicleta llegaron y una vez llamaron a la víctima por su nombre, le dispararon, dejándolo herido.

En medio del ataque, Ramírez corrió a refugiarse en la sala, pero uno de los pistoleros se bajó de la moto, lo persiguió y no dudó en rematarlo a balazos.

Mientras el homicida huyó del lugar con el cómplice, Ramírez quedó agonizando y aunque sus dolientes alertaron al cuerpo de Bomberos para que lo auxiliaran, cuando llegaron la víctima ya no tenía signos vitales.

Ramírez, oriundo de Puerto Berrío (Antioquia), dejó a su compañera embarazada y a dos hijos más.

Cabe recordar que en la mañana del pasado lunes fue asesinado un venezolano en el corregimiento de La Gabarra (Tibú).

La víctima sufría una discapacidad, por lo que caminaba con ayuda de muletas.

Muertes sin conocer

Para Diego Villamizar, defensor de los derechos humanos, en el Catatumbo se desconoce el 50 por ciento de los homicidios que ocurren en los once municipios que lo conforman.

“Existen zonas de control territorial de los grupos ilegales que no permiten que las autoridades investiguen estos asesinatos”, dijo.