El soldado profesional Jeferson Pérez Minda, de 24 años, murió en un hecho extraño, la noche del pasado miércoles en el municipio de El Tarra.  Dos versiones rondan el caso que enluta a una familia de Armenia, de donde era oriundo. 

La Opinión conoció que Pérez Minda salió hacia las 7:00 de la noche cerca de las instalaciones militares de esa población del Catatumbo y minutos después sonaron varios disparos. La situación  alarmó a los compañeros, porque 20 minutos antes lo vieron salir en compañía de otro soldado y una perra. 

Ante lo ocurrido, los militares extremaron las medidas de seguridad y luego de 40 minutos un grupo de uniformados salió a verificar e inspeccionar lo ocurrido. En el camino, encontraron muerto al soldado Pérez Minda y a la canina Ñaña, mientras que Joaquín Fisonder Domingo, el otro soldado, estaba escondido en un hueco con una crisis de nervios.

Pese a que los compañeros de los militares le preguntaron al sobreviviente una y otra vez qué había pasado, este no dio alguna respuesta. Lo más extraño es que el fusil que llevaba Pérez presuntamente no apareció.

Extraoficialmente se conoció que a la hora del hecho se registraba una tormenta eléctrica en El Tarra, lo que dificultó la búsqueda del arma y las comunicaciones hacia los comandos de la Fuerza de Tarea Vulcano.

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La versión oficial 

En un comunicado de prensa, el comando de la Fuerza de Tarea Vulcano aseguró que todo ocurrió en desarrollo de operaciones militares de seguridad y defensa sobre el Oleoducto Caño Limón-Coveñas.

“Fueron víctimas de un atentado terrorista perpetrado, al parecer, por integrantes del Eln (Frente Héctor)”, se lee en el comunicado.

Su familia

Karen Pérez, hermana del soldado fallecido aseguró a La Opinión que se dio por enterada del hecho por una red social.

“Nadie del Ejército llamó a decirnos lo ocurrido. Yo me di cuenta porque el jueves hacia las 10:00 de la mañana, vi la foto de mi hermano y lo reconocí.  Empecé a llamar a los altos mandos pidiendo explicaciones y solo nos dijeron que se habían comunicado y que no atendimos la llamada. Pero, no es cierto, nadie llamó, no hay registro de ninguna llamada extraña”, dijo la familiar.

Seis años dedicó Pérez Minda al Ejército Nacional, tres de ellos los vivió en la población de El Tarra.

“Él se comunicaba cada que podía, llevaba quince días sin llamarnos. Amaba mucho su profesión, decía que era su pasión, nos contaba sobre los enfrentamientos y de cómo había estado cerca de la muerte (…)”, agregó la hermana.

Capturados dos soldados con droga

Según se conoció, la tarde del jueves, un suboficial sorprendió a dos soldados caminando por una bahía de instrucción del cantón San Jorge, de la Brigada 30 del Ejército, y les preguntó qué llevaban en una bolsa plástica negra.

A la pregunta, los militares, se pusieron muy nerviosos y respondieron que era leche y que se la estaban tomando.

Sin embargo, la actitud sospechosa que adoptaron, los delató y el suboficial decidió verificar qué tenían dentro de la bolsa. Para  su sorpresa era una panela de cocaína, que pesaba un kilo y 20 gramos.

Fue así como los soldados Édgar Enrique Herrera Luna y Cristian José González Beleño quedaron a disposición de las autoridades competentes para que respondan por tráfico y porte de estupefacientes. 

El viernes, al cierre de la edición impresa, les definían su situación jurídica.