La muerte del cucuteño Sergio Adrián Bernal Mendoza, integrante de la Banda del Indio, que viajó al partido del Cúcuta Deportivo en Pereira, sucedió antes de este encuentro deportivo.                         

En versiones de la prensa regional, que son rechazadas por la familia, se indicó que Bernal Mendoza, ingresó presuntamente a una vivienda del barrio Estambul (Manizales) en compañía de otro amigo a robar.

Así lo publicó el medio de esa ciudad, informando que la madrugada del domingo “dos hombres se metieron a robar en una ebanistería del barrio ubicado a un costado de la cárcel de esta capital. Los habitantes del inmueble se dieron cuenta y lograron coger a uno, a quien agredieron a golpes y con un machete en la cabeza (herida que le causó la muerte). El otro escapó con varios elementos”, se publicó. 

Asimismo, aseguraron que la Policía no detuvo al presunto agresor, pero sí dejó a disposición de la Fiscalía la investigación del hecho para esclarecer los móviles. 

Además, precisaron que la víctima, de 24 años, no estaba armada.

La otra versión 

Tras el hecho, Bernal Mendoza fue evacuado a una clínica, donde murió horas después.

Lina Botello, compañera sentimental de la víctima, llegó al estadio Hernán Ramírez Villegas, pero  no logró encontrarse con su novio.

Sin embargo, sí lo hizo con el amigo, quien de inmediato le aseguró que Sergio  resultó herido tras encontrarse con otros hinchas.

“Ellos venían caminando el domingo por Manizales con rumbo a Pereira y se encontraron con otros hinchas del Once Caldas y los sacaron a correr con machetes. Por eso, se metieron a una casa a esconderse, pero la gente de esa casa lo recibieron a machetazos”, dijo Botello.

Ayer, la mujer aseguró que viajaría a instaurar una demanda en contra de los autores del hecho y a lograr trasladar el cuerpo de su novio a Cúcuta.

“Esa gente no debió matarlo a machetazos, tenían que retenerlo en caso de que pensaran que estaba robando mientras llegaba la Policía”, reclamó Botello.

Más del hincha

Sergio Adrián Bernal Mendoza vivía en el barrio San Mateo de Cúcuta y también se dedicaba a vender correas a las afueras del centro comercial Oití.

Lina aseguró que hace cinco años rescató a Bernal del mundo de las drogas y de la indigencia en Cúcuta, y logró su rehabilitación.

“Él vivía en mi casa y trabajaba en una venta ambulante. Lo que le dieran para vender lo hacía”, dijo. 

Botello aseguró que está completamente segura de que Bernal no estaba robando, porque, según ella, nunca lo hizo en Cúcuta. 

Por eso le pide a las autoridades judiciales que se esclarezca el crimen y reconoció que su ser querido solo contaba con su ayuda.