Los ruidos que una persona escuchó ayer, hacia las 2:30 de la mañana, detrás de una casa de la calle 7 con carrera 15, del barrio La Parada, en Villa del Rosario, resultaron ser el presagio de otro hecho violento.

Y es que detrás de la residencia, por donde pasa un caño de aguas negras, tiraron el cuerpo sin vida de un hombre, entre los 20 y 25 años.

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La víctima estaba envuelta entre unas sábanas y las únicas señales de violencia que tenía eran unas marcas en el cuello, como si fuera asfixiado o ahorcado. 

Un habitante del lugar sostuvo que a esa hora de la madrugada escuchó la llegada de un carro, luego el diálogo entre unas personas y por último un ruido fuerte en el caño. Pero, no le prestó mucha atención, porque pensó que estaban botando basura. 

Y no resultó así. Hacia las 11:30 de la mañana, una persona se le acercó a una patrulla de la Policía Metropolitana (Mecuc) que se movilizaba por la zona y les aseguró a los uniformados que en el caño había un cadáver.

Los policías de inmediato llegaron a verificar y observaron que había algo extraño envuelto entre unas cobijas y sábanas. Al acercarse más, se dieron cuenta de que se trataba de un cuerpo sin vida y pidieron apoyo a las unidades de la Brigada Interinstitucional de Homicidios.

Media hora después, los peritos forenses arribaron al lugar y llevaron a cabo la inspección técnica, confirmando que efectivamente el muerto era un joven.

Tenía dos tatuajes, uno en forma de una corona en el cuello y otro en el pecho con el nombre Marisela.