Los líos judiciales que iba a enfrentar Edward Andrés Santos, por los delitos de tentativa de homicidio y hurto, terminaron a las 4:00 de la madrugada del miércoles, cuando murió en el hospital Erasmo Meoz, al recibir dos impactos de bala, mientras huía, luego de que presuntamente participara en un atraco.

El hecho ocurrió en la calle 11 con avenida 4 del barrio Comuneros, en la ciudadela Juan Atalaya, a las 6:45 de la noche del martes, cuando Santos llegó en compañía de un cómplice en una motocicleta venezolana Empire Arsen negra, de placa AF7W22M, con el objetivo de cometer un atraco en una carnicería.

En el momento que el dueño del negocio estaba en el lugar, con Pablo Darío Achuri, de 57 años,  adscrito a la Unidad Nacional de Protección (UNP), supervisando el producido del día, de repente los asaltantes parquearon la moto y se bajaron para ingresar al local.

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Según se conoció, cuando uno de los ladrones se le acercó apuntando con un arma al protegido, le advirtió que se quedara quieto y que no se hiciera matar, mientras le robaba un celular marca Motorola.

En ese momento, Achuri se volteó, sacó su arma de dotación y se desató un intercambio de balazos, en el que el guardaespaldas resultó herido con un impacto de bala.

Mientras el escolta disparó al menos en seis oportunidades, los presuntos atracadores dejaron abandonada la motocicleta en que llegaron  y salieron corriendo del lugar, para protegerse de las balas.

Otro robo

En la huida, los ladrones se dispersaron, por lo que se perdió el rastro de uno de ellos. Mientras tanto, Santos interceptó a una pareja que se movilizaba en una motocicleta AKT 125, de placa IFH-68E, para robársela y pretender escapar del lugar.

Las autoridades conocieron que el atracador corría con un revólver en la mano y cuando interceptó a la pareja, le apuntó en la cabeza al hombre para exigirle que le entregara la moto, por lo que decidió bajarse y de inmediato obligó a la mujer que también hiciera lo mismo, porque ella quedó conmocionada.

Aunque la motocicleta quedó encendida, Santos no pudo arrancarla. En ese momento, otros dos guardaespaldas, también de la UNP, se movilizaban en una camioneta Renault Duster, con su protegida, cuando observaron que el asaltante intentaba huir con el arma.

Sin embargo, al parecer, Santos apuntó contra la camioneta, por lo que uno de los escoltas le hizo dos disparos, logrando impactarlo y dejarlo herido en el piso.

De inmediato, los integrantes del esquema de seguridad se bajaron de la camioneta y se acercaron a Santos, exigiéndole que soltara el revólver.

Sin embargo, el atracador les pidió que lo ayudaran y que no lo dejaran morir, por lo que ellos llamaron a la Policía que arribó de inmediato y trasladó al herido al hospital, donde finalmente murió.

Miembros de la Brigada Interinstitucional contra Homicidios (Brinho) practicaron la inspección en la escena del hecho y el posterior levantamiento del cadáver.