Una vez más, un procedimiento policial generó una asonada que dejó como saldo un uniformado lesionado y otra persona herida de dos disparos.

El hecho se registró en el corregimiento Juan Frío, Villa del Rosario, a las 8:00 de la noche del lunes, cuando un grupo de seis policías inició una persecución de tres vehículos que transportaban gasolina de contrabando por el sector.

Luego de interceptar los carros, los uniformados identificaron a los conductores y les notificaron que iban a inmovilizar los vehículos e incautar la gasolina; en ese momento, al menos 50 personas arribaron al lugar y agredieron a los policías con palos y piedras.

En medio de la agresión, según algunos testigos, los policías habrían sacado sus armas para disparar en varias oportunidades contra los contrabandistas.

José Luis Pérez, de 38 años, recibió dos impactos de bala en la espalda, por lo que fue trasladado a un centro asistencial.

“Un patrullero disparaba a la gente mientras que otro hacía tiros al aire”, dijo uno de los testigos.

El comandante operativo de la Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel Carlos Eduardo Lineros, afirmó que tras la agresión contra los agentes, esta persona resultó herida, “por lo que es motivo de investigación para determinar las circunstancias que llevaron a esto”.

El oficial insistió en que uno de los uniformados tuvo que ser trasladado a un centro médico tras sufrir una lesión en uno de sus hombros por los golpes de las piedras y los palos; asimismo, una moto de la institución sufrió daños.

Lineros dijo que la Policía tiene “la capacidad para enfrentar con el uso legítimo de la fuerza a las personas que alteran el orden público”.

Además, anunció que se harán controles con más capacidad de pie de fuerza en el sector y se  continuará atacando el contrabando.

El pasado miércoles 24 de febrero, Ruperto Rangel Orozco, de 56 años, murió tras recibir un disparo en medio de una asonada, cuando un grupo de 25 personas atacó a unos agentes de la Seccional de

Investigación Criminal (Sijín) en medio de una operación de reacción tras la alerta de un posible secuestro, sobre el barrio San Gerardo.

*La Opinión