Hoy hace dos años fue asesinado el taxista Miguel Ángel Chaustre Ramírez, en el barrio Chapinero de la ciudadela Juan Atalaya. Sus familiares reclaman que setecientos treinta días después no hay capturados y el crimen sigue en la impunidad.

Chaustre Ramírez, de 51 años, fue atacado con cuatro disparos en la avenida quinta con calle 4A. El caso ocurrió a las 11:45 de la mañana.

Minutos antes del homicidio, Chaustre salió del paradero donde comúnmente se hacía, en la calle 7N con avenida quinta de la Zona Industrial, al parecer con una carrera. Sin embargo, cuando llegó a la escena del crimen no llevaba pasajeros.

Algunos testigos aseguraron que cuando Chaustre Ramírez tomó una calle sin salida, un menor de edad, que vestía una franelilla blanca y un bluyín, llegó en una motocicleta marca Suzuki AX 100 que llevaba apagada, se acercó a la ventana del conductor y le disparó de manera indiscriminada en la cabeza. Luego, encendió la moto y huyó del lugar.

La víctima murió dentro del vehículo.

Los familiares del taxista han difundido y pedido en redes sociales justicia por este caso.

No hay avances

Los parientes del taxista señalaron que durante este tiempo las autoridades solo los han llamado a declarar, pero nunca han avanzado en las indagaciones que permitan esclarecer lo ocurrido. Miembros del CTI  de la Fiscalía practicaron el levantamiento del cadáver.

“Existen dos irregularidades que vemos en este caso. La primera, que los funcionarios judiciales nunca tomaron huellas dentro del taxi argumentando que se desaparecen por el calor. La segunda, que el celular que llevaba Miguel Ángel lo devolvieron, pero con todos los datos borrados”, denunció un familiar del taxista.

Sumado a ello -dice- que días posteriores al homicidio, sujetos desconocidos ingresaron a la casa de la esposa del taxista y revolcaron las cosas, además de dejarle un letrero amenazante, pero de esto “tampoco avanzó la investigación”.

El día de los hechos,  el coronel Yecid Mauricio Arango, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, aseguró que Chaustre no registraba ningún antecedente ni anotación judicial, pero  relacionó el caso con una hipótesis que apuntaba a una pelea entre bandas por microtráfico.

Sin embargo, dicha versión, sumada a otra sobre la presunta  venganza de un delincuente a quien el taxista habría ayudado a detener y entregar a la Policía, son descartadas por sus parientes, en vista de que ninguna fue comprobada y “hasta el momento no sabemos nada”, reclamaron.

Chaustre Ramírez era chofer de taxi desde los 18 años y residía en el barrio La Libertad. Dejó tres hijos, ya todos mayores de edad.