El conductor de un taxi, señalado de ser el que transportó a quien lanzó una granada lacrimógena contra el grupo de investigadores del CTI la noche del pasado martes, fue detenido por las autoridades y deberá responder como coautor por estos hechos. 

Cesar Rojas, director seccional de Fiscalías, dijo que los funcionarios judiciales habían llegado a una casa, en la calle 14 con avenida 10 del barrio El Contento, a adelantar una entrevista por unos hechos relacionados con un homicidio, ocurrido 6 meses atrás.

El caso tomó mayor relevancia puesto que en el sitio estaba una fiscal especializada, familiar de la víctima. 

“Afortunadamente ninguna persona resultó afectada. Estamos recolectando informaciones y videos para saber qué fue lo que ocurrió”, aseguró Rojas, al tiempo que descartó que el ataque estuviera dirigido contra la fiscal, quien estaba de vacaciones y no tiene amenazas en su contra.

La primera hipótesis que manejan las autoridades sobre lo sucedido es que se trató de una acción para intimidar a los investigadores y hacer que abandonen las indagaciones en ese sector cucuteño.

Según se pudo conocer, un hombre, el cual tendría conocimiento de la reunión, descendió de un taxi para activar el artefacto explosivo, muy similar a una granada de fragmentación.

Varias cámaras de seguridad que se encuentran en el perímetro del centro de Cúcuta grabaron la huida del agresor, quien nuevamente se subió al taxi y desapareció de la escena.

Momentos después las autoridades quedaron sorprendidas al verificar la presencia del mismo taxi en el sector.  

Una vez comprobaron que el carro reapareció en el sitio, uniformados de la Policía capturaron al taxista, quien podría ser imputado por porte ilegal de armas de uso privativo de las fuerzas militares.

“Posiblemente se le pueda imputar por terrorismo, porque atentó contra una comisión de funcionarios del Estado, pero primero debemos evaluar cuáles eran las intenciones de esta persona”, dijo Rojas.