Un brujo de cabecera que todos los días le hacía rezos para evitar su captura, amantes que después de estar con él no podían abandonar los campamentos e inutilización de teléfonos para no ser detectado, son algunos de los detalles revelados por la Policía tras la captura en Medellín de Guillermo León Aguirre Aguirre, ‘David León’ o ‘Juan Montes’.

Este hombre, máximo cabecilla de la banda delincuencial de ‘Los Pelusos’, heredera de una disidencia del Epl en Norte de Santander, salió del monte después de 16 años rumbo a la capital de Antioquia por dos razones.

La primera era comprarle una vivienda a su familia y la segunda, una reunión con líderes narcotraficantes, al parecer, para ponerse al día con deudas que dejó Víctor Ramón Navarro Serrano, ‘Megateo’, su hombre de confianza, quien murió en octubre del año pasado en zona rural del Tarra, en una operación que buscaba su captura.

Según revelaron las autoridades de Policía, luego de dos décadas en la clandestinidad y dedicado al tráfico de droga, Aguirre Aguirre fue seguido paso a paso  con el apoyo de una mujer policial infiltrada en la organización delincuencial. Así, inició la Operación Sombra.

El general Jorge Rodríguez, director de Seguridad Ciudadana de la Policía, reveló que Guillermo León envió primero a dos emisarios a la casa donde se habría de concretar el negocio y cuando la zona estuvo segura él apareció en la escena.

Lo que Aguirre Aguirre no sabía era que miembros de la Dijín de la Policía ya lo tenían en la mira desde su llegada a Medellín y filmaban cada uno de sus pasos. Su foto, fue mostrada a algunos exmiembros del Epl, que colaboran con la justicia, siendo plenamente identificado y capturado.

‘David León’ fue trasladado en una avioneta policial a Bogotá. En su contra tiene dos condenas por 40 y 18 años y deberá responder, entre otros delitos, por homicidio, concierto para delinquir agravados y secuestro.

“Lo que sigue es ubicar los campos minados que dejó para proteger los cultivos ilícitos en la región del Catatumbo”, señaló el general Rodríguez.

Prontuario criminal

Información recopilada por las autoridades indican que entre los hechos ordenados por ‘David León’ está el ataque con explosivos y armas de fuego en la vereda Chircas a una patrulla de la Policía donde murieron dos uniformados, en febrero de 2015.

Asimismo, se le atribuye el ataque a un helicóptero Bell 206 de matrícula HK4717 que transportaba dinero de una entidad bancaria en agosto de 2014 en Teorama, en el hecho perdieron la vida los policiales Thomas Lobo Maza y Jhon Ramírez Lancheros.

Para el 2006, la organización delictiva obtuvo  información sobre la operación que se había estructurado de manera conjunta entre el DAS y el Ejército para capturar a ‘Megateo’ y mediante emboscada dieron muerte con artefactos explosivos a 17 miembros de la Fuerza Pública en zona rural del municipio de Hacarí.

Según los reportes de la Policía, Guillermo León Aguirre Aguirre, ‘David León’ o ‘Juan Montes’ era conocido como un cabecilla sanguinario, beligerante, frío para ordenar la ejecución de actividades criminales y disciplinado, ya que se cuidaba de sostener contacto con personas ajenas a su estructura y esquema de seguridad.

‘David León’ está requerido por la Fiscalía 70 especializada de la Unidad Nacional contra el Crimen Organizado de Cúcuta por concierto para delinquir agravado y homicidio agravado.

De acuerdo a los investigadores, después de la operación policial en la que fue neutralizado , Víctor Ramón Navarro, ‘David León’ salió de su zona de protección y se resguardaba en Medellín desde donde presuntamente también coordinaba los actos terroristas y de narcotráfico que realiza su estructura.

Llegó al poder

Tras la desmovilización de la guerrilla conocida como Epl en 1991, algunos de sus integrantes se rehusaron a hacer parte de ésta y se mantuvieron activos en el autodenominado Frente Libardo Mora Toro, liderado por Francisco Caraballo, quien tomó la comandancia de la disidencia de esa guerrilla.

En 1994 Caraballo fue capturado en zona rural del municipio de Cajicá, Cundinamarca, por lo que posteriormente asumió como comandante máximo de esta organización el subversivo conocido como el ‘Nene’, quien murió en el 2000 en un enfrentamiento con el Ejército en el municipio de Matanza (Santander).

De esta forma, para ese año asumió la comandancia del frente Libardo Mora Toro, ‘David León’ o ‘Juan Montes’.

‘Los Pelusos’, bacrim disfrazada de guerrilla

Ramón Navarro Serrano, o Megateo, como pasó a la historia, murió el primero de octubre del año pasado sin haber logrado que el Gobierno lo reconociera como guerrillero.

Él, junto a sus hombres, integraba una banda criminal que delinque en el Catatumbo y cuya fuente de financiación está supeditada, en un 100 por ciento, al negocio del narcotráfico. Así lo veía el Gobierno y así serán vistos sus hombres ahora que él ya no está. Quizás por esto, en los últimos días las autoridades han optado por no hablar más del ‘último reducto del Epl’, sino de Los Pelusos, una bacrim que hace presencia en 11 municipios del Catatumbo.

De Los Pelusos, que operan bajo el mando de Guillermo León Aguirre, alias ‘David León’, y Jader Navarro Barbosa, ‘Caracho’, reemplazante de Megateo en esta estructura criminal, se sabe que en los últimos años han establecido una relación muy cercana con el Frente Nororiental de la guerrilla del Eln y el Bloque Magdalena Medio de las Farc.

“Esta banda criminal, porque las autoridades no los reconocemos como guerrilla, está dedicada netamente al negocio del narcotráfico. Es su única razón de ser y por la que hacen presencia en el Catatumbo. En ese sentido, los ataques a la fuerza pública se dan en el marco de los operativos que esta hace contra sus laboratorios y cultivos de coca y marihuana en la región”, reconoció una fuente de Inteligencia.

A la par del narcotráfico, Los Pelusos cometen otra serie de delitos con los que logran asegurar su presencia en la zona e imponer el temor entre la comunidad que se ve obligada a cumplir sin objeciones las órdenes que imparten.

Según las autoridades, en los últimos meses Los Pelusos han asesinado a varias personas ligadas al negocio del narcotráfico o que servían como enlace de narcotraficantes en el Catatumbo, en medio de un ajuste de cuentas que busca reorganizar el negocio en la zona después de la muerte de Megateo.

“Con la caída de Megateo, varios quisieron apoderarse de sus contactos, sobre todo con los carteles mexicanos. Sin embargo, Caracho llamó al orden y ordenó la muerte de varias personas, incluidas las de algunos hombres de su organización, en una purga interna que buscaba garantizarle lealtad y la completa dirigencia del negocio sin intermediarios”, señaló la misma fuente.

Este uniformado también agregó que en los últimos meses han evidenciado cómo Los Pelusos, ante las capturas que han sufrido y las muertes que han registrado en sus filas por los enfrentamientos con la fuerza pública, han reclutado a jóvenes de la región bajo amenazas de muerte o con propuestas de trabajo que van mediadas por ofrecimientos de salarios mensuales de hasta 1.500.000 pesos, además de un arma y una moto.

La Opinión