El pistolero que asesinó a Alexander Suárez Vega, a las 8:00 de la noche del sábado, en la calle 19 con avenida 11 del barrio Camilo Torres, tuvo la tranquilidad que a esa hora reinaba en este sector como cómplice, para cometer el crimen sin que las autoridades pudieran capturarlo.

Además, el homicida dejó pocas pistas con las cuales los investigadores pudieran seguirle el rastro hasta identificarlo y detenerlo.

Según conocieron los peritos judiciales que arribaron al lugar para adelantar las pesquisas bajo las instrucciones del coronel José Luis Palomino López, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, es que el agresor podría ser un menor de edad, delgado y quien estaba vestido de rojo.

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“El hermano de la víctima estaba en el lugar con su ser querido y cuando decidió ir a la tienda oyó los disparos que acabaron con la vida de Suárez”, explicó una fuente judicial.

Lo único que alcanzaron a observar algunos vecinos del lugar es que el homicida huyó corriendo hacia la parte alta del sector, para evitar el cerco de la Policía.

Suárez era consumidor de drogas y constantemente frecuentaba el sitio donde fue atacado a bala.

El cadáver quedó tendido a un costado de la carretera, donde miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) practicaron la inspección.

La víctima tenía antecedentes por hurto y porte ilegal de armas.