La interceptación de varias líneas telefónicas y los señalamientos directos de compañeros de ilicitud fueron la pieza clave de la Fiscalía que llevó a la condena de seis hombres capturados en la operación Safari, realizada en diciembre de 2011.

Se trata de Ever Enrique Rojas Galvis, ‘El ingeniero o Jaime’, 29 años, de Salazar de Las Palmas; Edgar Antonio Uribe Bermúdez, ‘Chatarra’, 54 años, de Cúcuta, y José Yesid Hernández Domínguez, ‘Orejas’, de 39, de Sincelejo, sentenciados a 5.3 años de prisión.

Víctor Heberto Meléndez Rincón, ‘Chamizo’, 48 años, de El Zulia, y Miguel Ángel Parada Gómez, ‘Coco’, de 29, de Cúcuta; condenados a 8 años de prisión. 

Juan Sebastián Capacho, 29 años, de Cúcuta; sentenciado a 6 años de prisión (además del delito de  tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones). 

La Operación Safari -relató la Fiscalía- se desplegó contra integrantes de la organización delincuencial de Los Urabeños, liderados por Moreire Enrique Ladeus Hernández, ‘More’, quien fue detenido junto a otras  24 personas.

Las investigaciones e interceptaciones iniciaron luego de la masacre cometida el 31 de mayo de 2011 sobre la vía al corregimiento de Juan Frío en Villa del Rosario donde fueron hallados los cadáveres de cinco hombres.

Por estos hechos fueron detenidos dos sujetos en el barrio Antonia Santos, quienes posteriormente le contaron a la Fiscalía que fueron traídos a Cúcuta por ‘More’, quien les proporcionó alojamiento, alimentación y armamento y los llevó hasta el sitio para que cometieran la masacre. 

“Entonces se interceptó el teléfono de ‘More’, donde se verificó su directa relación con Los Urabeños, así como su rol de líder en dicha organización y además se estableció una importante conexión de este sujeto con diferentes hombres y mujeres, cuyos teléfonos también fueron interceptados”, relató el ente investigador.

Las interceptaciones telefónicas dejaron al descubierto el rol que cada integrante cumplía para la banda dedicada a diferentes modalidades delictivas como homicidios selectivos, extorsiones y microtráfico de estupefacientes en una lucha contra Los Rastrojos por el control de territorios. 

Por estos hechos, un juzgado especializado de Cúcuta los condenó sin beneficios de casa por cárcel o suspensión condicional de la ejecución de la pena. Únicamente recibieron un descuento por colaboración con la justicia.  

Roles

Entre algunos de los señalamientos que hicieron sus compañeros de ilicitud sobre los condenados están: 

Parada Gómez fue señalado de ser coordinador de celadores y de trabajar también para Los Rastrojos, donde empezó como sicario y después en microtráfico de drogas. Su función era recoger el dinero de todas las ‘ollas’ de la ciudad para dejarlas trabajar.

Hernández Domínguez era el segundo al mando en el sector de Alejandría. Estaba encargado de la parte militar y financiera.

Uribe Bermúdez era propietario de una empresa de celadores informales que cuidaban los bares de la avenida 7 y por el Canal Bogotá. Fue sicario de Los Rastrojos bajo las órdenes de ‘Ballena’, quien era el comandante en el Cerro de la Cruz. Tenía una chatarrería donde se planeaban homicidios y se guardaban las armas de fuego.

Capacho estaba encargado de pagar la nómina de todos los jefes financieros del departamento.

Meléndez Rincón fue vinculado al asesinato del prestamista del Alejandría Germán Jesús García, quien fue descuartizado y cuyo cadáver aún sigue desaparecido. Por este caso ya fue condenado a 18 años de prisión.

*La Opinión