Un juzgado especializado de Cúcuta condenó a Jaime López Giraldo, Rogelio, a 22 años de cárcel por homicidio agravado, porte ilegal de armas y concierto para delinquir. 

López Giraldo, conocido como El Rey de la Heroína,  El Patrón de San Luis o simplemente Rogelio, llegó a un preacuerdo con la Fiscalía y aceptó los cargos a cambio de un descuento en la pena.

El Rey de la Heroína ha pasado buena parte de su vida en prisión por diferentes delitos, señalado por las autoridades de ser uno de los criminales más peligrosos de Cúcuta. 

En noviembre de 2008 cayó por la venta de sustancias alucinógenas, pero seis meses después fue dejado en libertad por vencimiento de términos.

Sin embargo, el 12 de mayo de 2010 volvió a ser aprehendido en Bucaramanga por unidades de la Sijín de Cúcuta. Junto a López cayeron su madre y otros dos hombres. 

Esta se suma a otra condena en su contra de 6 años y 6 meses de prisión, emitida también por un juzgado especializado.

Delinquir

Tras la última detención de Rogelio, la Policía lo reseñó como el dueño de gran parte de las ‘ollas’ (expendios de drogas) de San Luis, Pamplonita, la ciudadela La Libertad y sus alrededores. Además, le achacaban ordenar varios asesinatos. 

Según se dijo, la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de la Policía Metropolitana recopiló los testimonios de víctimas, sicarios e integrantes de la presunta organización criminal que Rogelio dirigía para solicitar la orden de captura. 
 
“Dentro de la investigación figura que Rogelio contaba con ocho motocicletas que utilizaban los integrantes del comando de pistoleros. Ellos se encargaban del trasporte y cobro de la droga. Además, cometían los asesinatos por ajuste de cuentas”, señaló entonces el reporte oficial.

Según se conoció,  López Giraldo inició la vida criminal a los 10 años, como atracador en San Luis.

“Poco a poco comenzó a escalonar  en  el  mundo de la delincuencia, hasta llegar a ser uno de los criminales más buscados”, dijo una fuente judicial. 

Desde la capital tachirense empezó a mandar en los expendios de heroína, hasta dominar varias ciudades fronterizas.