La última conversación telefónica de Jader Leonidas Agudelo Martínez quedará como un recuerdo imborrable en su esposa, con quien habló minutos antes de que lo mataran a balazos.

El sábado a las 7:45 de la noche, Agudelo estaba tomándose unas cervezas en un establecimiento, ubicado en la calle 5 con 0E, en la Autopista Internacional, sector Villa Antigua de Villa del Rosario a un costado del Templo Histórico.

En una corta conversación, Jader Leonidas le contó a su esposa que se había tomado 10 cervezas y le pidió que fuera a acompañarlo hasta el negocio donde él se encontraba, al parecer, en compañía de un amigo.

La mujer relató que luego de la llamada fue a abañarse y cambiarse para ir a reunirse con su pareja, pero cuando iba a salir de la casa recibió la llamada de una amiga para informarle que a Jader le había ocurrido algo.

Pocos minutos después, llegó aterrada al lugar para enterarse de que acababan de matar a su esposo, sin entender los motivos porque él “no tenía enemigos y tampoco amenazas de ningún tipo”.

Agudelo Martínez, un comerciante informal, de 29 años, recibió cuatro disparos, uno de ellos en la cabeza, al parecer, con una pistola calibre 45 milímetros.

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El asesino

Los vecinos dijeron que Jader tenía una hora de haber llegado al establecimiento y estaba sentado en una de las mesas externas cuando fue sorprendido por un desconocido, que sin mediar palabra alguna le disparó por la espalda y luego lo remató.

Varios de los clientes, que a esa hora departían en el sitio, aseguraron a las autoridades que el homicida tenía cubierto el rostro con un pasamontañas y usaba gorra. Al parecer, disparó sin bajarse de la motocicleta en que se movilizaba.

Una vez cumplida su mortal tarea escapó en la moto, tipo GN, dejando tirado en el suelo al comerciante rosariense, quien deja dos niñas de ocho años y veinte meses de nacida.

Minutos después del ataque el lugar se llenó de policías, curiosos y familiares de la víctima que viven a pocas cuadras, quienes no paraban de lamentarse por la muerte de este hombre, de quien dijeron era una persona muy conocida y apreciada en ese sector, porque fue allí donde se crió. 

Funcionarios de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) se encargaron del levantamiento y de las primeras experticias para determinar los móviles y la identidad del asesino.

Aunque en el establecimiento no estaban funcionando las cámaras de seguridad, las autoridades rastrean la zona en busca de evidencias.

Dinero

Entre las pertenencias del occiso, además de la argolla de matrimonio y otras prendas de oro, los peritos forenses encontraron dólares y pesos, que supuestamente serían parte  de la venta de un carro, por testimonio recibido de sus seres queridos.

El cadáver fue trasladado a la morgue del Instituto de Medicina Legal, donde, ayer en la mañana, arribó su compañera para reclamarlo y darle sepultura.