Luis Fernando Chacua Mojica, conocido como ‘Chuky’, y Duver Arley Parra Velásquez, ‘El Menor’, ambos de 19 años, tienen varias cosas en común: fueron sicarios desde niños, reconocidos por su frialdad para cometer el crimen y por su agilidad para camuflarse entre las personas y así huir de las autoridades. También comparten el hecho de que hoy están presos.

Aunque el primero llegó a ser integrante del Clan del Golfo y uno de los consentidos de esta organización criminal, no ostentaba lujos ni vivía con comodidades, a pesar de que desde los 15 años las autoridades sostienen que empezó a delinquir, cometiendo hurtos.

En cambio ‘El Menor’, líder de una banda de atracadores y homicidas, disfrutaba de los placeres que le dejaba el delito, moviéndose a sus anchas entre los barrios López, Santander, Galán y sus alrededores.

‘Chuky’ convirtió a Villa del Rosario en su fortín, donde delinquía  sin ningún pudor, valiéndose de su condición de menor de edad, con lo que burlaba a la justicia. Recibía una motocicleta con conductor, una pistola y un millón de pesos mensuales del Clan del Golfo para que asesinara al servicio de esta organización.

Sin embargo, la noche del 17 de agosto de 2016 estuvo cerca de la muerte, luego de que se enfrentara a disparos con la Policía junto a su compinche Jefferson Orlando Díaz, de 24 años, conocido como ‘Cheché’, cuando intentaba huir tras asesinar al estudiante de enfermería José Manuel Arciniegas Vargas, de 25 años.

El hecho ocurrió en el barrio Gran Colombia del Municipio Histórico; ‘Cheché’ murió en el enfrentamiento con los uniformados mientras que Chacua Mojica quedó herido en una pierna y logró escapar.

“Son dos jóvenes resentidos con la sociedad, de escasos recursos y sin miedo a asesinar personas sin importar el lugar ni las circunstancias”, aseguró uno de los investigadores de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de la Policía Metropolitana de Cúcuta que le siguió el rastro por más de tres años a uno de estos sicarios.

Jóvenes de familias disfuncionales, que no estudian, adictos a las drogas, agresivos y que gustan del dinero fácil, son los blancos de las bandas criminales que delinquen en el área metropolitana de Cúcuta. Después de un breve entrenamiento en el manejo de armas y una dotación básica, son convertidos en temibles sicarios que generan miedo y pánico en esta zona del país.

Los niños, desde los 12 años, están expuestos a caer en una cadena delictiva que se inicia con el consumo de drogas, el hurto y las fantasías que ofrecen las estructuras ilegales.

Esta situación desencadena constantes estrategias de prevención que la Policía adelanta en colegios y en los barrios más vulnerables para generar conciencia en los papás y los niños sobre los riesgos a los que se exponen en caso de acceder a las pretensiones de microtraficantes y las bandas criminales.

Trayectoria delictiva

‘Chuky’ fue capturado por la Policía Metropolitana de Cúcuta, minutos después de que asesinara a su cuñado en la avenida Los Libertadores; sin embargo, está vinculado en al menos seis asesinatos.

Duver Arley Parra Velásquez, ‘El Menor’, figuró en el cartel de los 20 homicidas más buscados de la Policía.

Parra asesinó a José Antonio Ríos Hernández, en 2015, pensionado de la Sijín de la Policía, en medio de un atraco en el barrio La Merced.

Asimismo, mató al patrullero de la institución Jefferson Torres Ramírez, quien era escolta del alcalde de Bucarasica, en el año 2014. El crimen ocurrió en el barrio Galán. Además, se le señala de asesinar a Xiomara Angarita, en el año 2013.

Parra inició su carrera delictiva en el año 2011 con solo 14 años de edad. A pesar de ser aprehendido dos veces por la Policía, siempre se escapaba del centro de reclusión para menores.

Sin embargo, el 31 de diciembre de 2016, la Policía logró capturarlo siendo mayor de edad luego de robar a una pareja junto a un compinche y de sorprenderlo armado.

El último homicidio que cometió ‘El Menor’ fue en septiembre del año pasado, en el barrio Santander, cuando atacó a su víctima con al menos 25 disparos.

El investigador que estuvo detrás de las pesquisas de Duver Arley, aseguró que una de las dificultades para ubicarlo se daba porque era muy hábil para camuflarse y cambiar de apariencia física.

Tanto, que en una oportunidad se hizo pasar como auxiliar de la Policía. 

“Unas veces estaba con el pelo pintado de color amarillo, otras veces cambiaba el aspecto de la cara”, dijo el investigador.

Chuky y El Menor, dos niños que las bandas criminales y el mundo del hampa lograron seducir y hoy los tienen tras las rejas. Dos niños que antes que ir al colegio, prefirieron la calle, de donde estarán ausentes quizás por muchos años. 

En lo corrido de este año han sido aprehendidos 148 menores de edad señalados de cometer diferentes delitos; en  2016, se registraron 186 aprehensiones. Es decir, se redujo un 20 por ciento.

Asimismo, el año pasado se instauraron 897 denuncias en las que se evidenciaron hechos en que los niños fueron víctimas de un delito. 

Este año van 367, una disminución del 59 por ciento.