El accionar delincuencial de los reclusos en la cárcel de Cúcuta no tiene límites, y menos en la época decembrina. El grupo de Acción Unificada para la Libertad Personal (Gaula), de la Policía, capturó recientemente a dos personas señaladas de participar en dos hechos extorsivos que se originaron desde la penitenciaría.

Uno de estos capturados fue el taxista Alcides de Jesús Salamanca Ibarra, quien, al parecer, fue contratado desde la cárcel para que cobrara un dinero producto de la extorsión a un comerciante de la provincia de Pamplona.

Según se conoció, como Salamanca ya había hecho anteriormente otros favores a los internos, accedió a recoger el dinero, por lo que fue vinculado en este delito.

Las intimidaciones se iniciaron desde octubre, cuando la víctima fue blanco de los delincuentes que, desde la prisión, enviaban a personas hasta la vivienda para generarle temor y obligarla a que accediera a pagar la extorsión que oscilaba entre 40 y 50 millones de pesos.

Los extorsionistas llevaban hasta panfletos amenazantes, exigiendo el dinero a cambio de no atentar contra la vida del comerciante ni su familia.

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Señalan a guerrilla venezolana de crimen“Fue un procedimiento en tiempo récord. Recibimos la denuncia y en tres días logramos la captura”, dijo una fuente judicial.

La detención se produjo a través de un operativo de pago controlado en el centro de Cúcuta.

Según la Policía, el detenido se hacía pasar como miembro de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia.

Otro caso similar se produjo con la captura de Derlis Josefa Sánchez Pulido, quien fue detenida en un reconocido centro comercial, cuando llegó a cobrar 25 millones de pesos a un comerciante de Tibú.

Según las autoridades, esta extorsión también se originó desde la cárcel, por lo que Sánchez fue la persona encomendada para recoger el dinero.

“A veces contratan a estas personas por solo $100.000 para que reciban el dinero, pero la extorsión se da desde la cárcel. En esta época se incrementa esta modalidad”, agregó la fuente.

En Puerto Santander

Los uniformados del Gaula, en coordinación con la Fiscalía, adelantaron una rigurosa investigación que permitió la captura de los hermanos Carlos Alberto y Santiago Blanco Díaz, quienes extorsionaban a campesinos y comerciantes en Puerto Santander, Cúcuta, Duitama (Boyacá), Bucaramanga, entre otros, a nombre de la banda criminal Los Rastrojos.

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Tres puñaladas por un sorbo de cervezaCon la captura de ‘Carlitos’ y ‘Shago’, como son conocidos estos dos hombres, se logró esclarecer al menos 20 casos de extorsión en los que están involucrados.

Los dos hombres intimidaban a las víctimas con amenazas de atentar contra su vida y la de sus familias, por lo que, finalmente, accedían a los pagos.

Las exigencias de los detenidos oscilaban entre los $200.000 y 15 millones de pesos.

En algunos casos, los detenidos llamaban a las víctimas y les aseguraban que tenían a uno de sus familiares secuestrado, por lo que les exigían hasta 15 millones de pesos por dejarlos en libertad y no atentar contra su vida.

En otros hechos, los hermanos Blanco intimidaban a los comerciantes diciéndoles que tenían que colaborar en una guerra por el territorio fronterizo, entre bandas criminales y grupos armados.