En el año 2008, antes que las autoridades supieran de Benedicto Bonilla Botello, dos menores de edad habrían sido víctimas de abuso sexual por él, según arrojó la investigación de la Policía Norte de Santander (Denor).

Luego de amarrarles las manos y taparles la boca, el detenido, natural de Sardinata, accedía a las víctimas. Una vez cometido el abuso, les compraba galletas y usando amenazas de muerte, los obligaba a no contar lo que estaba sucediendo. Sin embargo, la información llegó a un vecino y a la madre, quien instauró la respectiva denuncia penal.

Para enero de 2017 este hombre de 45 años había sido solicitado por el Juzgado Segundo Penal del Circuito de Ocaña, por el delito de acto sexual abusivo con menor de catorce años. 

Fue solo hasta este martes que las autoridades lograron la captura de Bonilla Botello gracias a operativos de prevención, registro y control llevados a cabo en establecimientos comerciales y abiertos al público del barrio El Líbano.

Cuando le fue solicitada la cédula de ciudadanía, el sujeto negó portar y recordar el número del documento, por lo que las autoridades procedieron a realizar un registro en donde hallaron el documento.

Al verificar la base de datos, Benedicto Bonilla fue capturado, dejado a disposición de la autoridad competente y con medida de aseguramiento en centro penitenciario y carcelario.

En lo corrido del 2017, la Denor ha logrado la captura de 39 personas por estos delitos sexuales en el departamento.